Nairo debe tener más ambición
La Vuelta cerraba su cuarta etapa en la Sierra de La Alfaguara, el primer final en alto. Un día marcado en rojo para ver a los favoritos asomar la cabeza por primera vez. Sin embargo, una escapada a 150 kilómetros de meta frustró la posibilidad de que el triunfo estuviese en el pelotón. La victoria fue para
Benjamin King, que culminó la etapa más completa de su carrera y con ella su primer triunfo en una grande. En cuanto a los favoritos, solo el infernal ritmo de
Lotto-Jumbo puso algo de picante en la recta final en la que solo se asomó Simon Yates. Quienes se volvieron a descartar fueron Nibali y Porte, que demostraron que han venido a la Vuelta para preparar el Mundial de
Innsbruck.
El que no ha venido a preparar el Mundial es Nairo Quintana. El colombiano continuó con su habitual postura conservadora de no atacar y verlas venir. Una estrategia que ya le costó muy cara en el Tour y que no es propia de un ciclista que viene a ganar una gran vuelta. El colombiano es el polo opuesto de un Valverde que tiró del colombiano para probarlo, pero Quintana no se movió. En un día en el que el terreno invitaba a atacar, el colombiano no aprovechó la falta de decisión de los demás o el traspié de Aru, que sufrió mucho para aguantar en el grupo. Puede que Nairo termine acordándose de esta oportunidad.