AS (Las Palmas)

¿Y por qué no Valverde?

Yates tiene a 26” al español ● Nairo no ataca ● Pinot coronó los Lagos

- JUAN GUTIÉRREZ

Los Lagos de Covadonga equivalen en la Vuelta al Alpe d’Huez en el Tour. Dos cimas populariza­das en los 80, ya convertida­s en un clásico. Dos subidas de prestigio que crecieron con el ciclismo en color. La primera vez que se rindieron honores a la Santina fue en 1983, con triunfo de Marino Lejarreta. Desde entonces se ha cubierto en 21 ocasiones y en su palmarés figuran ganadores de la Vuelta (Lejarreta, Delgado, Herrera, Pino, Jalabert, Quintana…), del Giro (Tonkov, Nairo…) y del Tour (Perico). Su historial también acoge aventurero­s (Zintchenko, Efimkin, Piedra, Niemiec…), de todo ha habido, pero quien se corona en los Lagos, normalment­e es un gran campeón. O aspirante a ello. Ayer venció Thibaut Pinot, podio en el Tour y ganador de etapa en las tres grandes. El francés ya tiene las dos joyas: Lagos y Alpe d’Huez.

El aventurero de turno fue Iván García Cortina, el único asturiano de la Vuelta, que se pegó el gustazo de comenzar la subida a los Lagos en solitario. Cortina venía de la escapada del día, compuesta por clásicos en estas lides como Ben King y Mollema, que se liaron a palos para puntuar en los puertos, en busca del maillot de lunares que Maté no puede defender con garantías, afectado por una bronquitis. King, Mollema y De Gendt acosan sin piedad al Lince. Hoy le vendrá bien el reposo.

La carrera se jugaba atrás, en el corral de los gallos. El Astana había marcado el ritmo en las dos subidas al Mirador del Fito, otro puerto con historia, el último que ascendió Miguel Indurain en su carrera profesiona­l, en 1996. El ataque de Superman López estaba anunciado. Y lo hizo desde lejos, quizá demasiado lejos, a ocho kilómetros. Muy bravo. Nairo Quintana pudo solventar el susto gracias a Richard Carapaz. Luego arrancó Pinot, que tenía menos peligro para la general. Vía libre. Y de repente emergió el maillot rojo, Simon Yates, que también probó. Nairo no cerró el hueco en persona, últimament­e pocas veces lo hace. Miró hacia atrás. Últimament­e mira más hacia atrás que hacia adelante. Allí estaba Alejandro Valverde para solucionar la delicada situación. Una vez más.

El enfado. La batalla continuó sin tregua, ahora con Enric Mas. ¿Quién dijo que no hay futuro? Y luego otra vez con Yates, perseguido, ahora sí, por Nairo. Ya no le quedaba nadie para hacerle el trabajo. Valverde y Kruijswijk se descolgaba­n por momentos. Las alternativ­as eran constantes. Superman volvió a arrancar a dos kilómetros. Al fin abrió hueco. Yates se enfadó con Nairo, le invitó a pasar... Y el colombiano sacó su conocido codo, ese con el que llama a Valverde o a quien ande por allí para que le apague el fuego. Pero el murciano bastante había tenido con reengancha­rse. Además, si miramos la clasificac­ión, ¿por qué hay que dar por hecho que Valverde es el gregario y Quintana el líder? Alejandro se mantiene segundo, a 26”, y Nairo sigue tercero, a 33”. Bien pensado, el español ha ganado muchos enteros para luchar por el maillot rojo en la contrarrel­oj de mañana en Torrelaveg­a.

En la meta, Yates le arañó unos segunditos al dúo del Movistar (6” a Valverde y 8” a Nairo) y López le recortó unos segunditos a él (4”). Poca cosa. El espectácul­o está en la igualdad. El inglés se mantiene sólido. Y el murciano se erige como el gran rival. Entre otras cosas, porque Nairo no quiere o no puede atacar para buscar la Vuelta.

 ??  ?? INCOMBUSTI­BLE. Alejandro Valverde, de 38 años, lidera el grupo de los gallos en la ascensión a los Lagos, delante de Simon Yates, Nairo Quintana y Enric Mas. No envejece.
INCOMBUSTI­BLE. Alejandro Valverde, de 38 años, lidera el grupo de los gallos en la ascensión a los Lagos, delante de Simon Yates, Nairo Quintana y Enric Mas. No envejece.
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