La versatilidad de Hazard, un futbolista reversible

Domina en estático y a la contra

En cualquier escenario. El interés latente del Madrid en Hazard responde a las condiciones de un futbolista versátil y diferencial. Dejando a un lado su reconocido talento, la entidad del belga se explica a partir de su igual rendimiento con independencia del sistema o idea de juego de su equipo. Ha despuntado tanto en el 5-2-3 o 5-3-2 de trazo defensivo de Conte en el Chelsea como ahora lo hace en el 4-3-3 dominante de Sarri. Desde la izquierda, con autonomía para moverse por todo el ancho del campo, Hazard gestiona la ofensiva con un protagonismo altísimo. Esta temporada promedia más de 100 acciones y casi 70 pases por partido.

Como constructor. En ataques posicionales se sirve de su regate (siete buenos por encuentro) y perfil asociativo para producir los desequilibrios. Sus características abren paso a laterales largos como Marcos Alonso (Marcelo haría ese papel en el Madrid) y provocan alianzas de provecho con delanteros referencia, certeros en la paredes como son Giroud y, en menor caso, Morata. En este contexto, su encaje en el Madrid parece sencillísimo. En cualquier dibujo (4-3-3, 4-2-3-1 o 4-4-2) mezclaría sin dificultad con Kroos, Marcelo, Isco, Modric o Benzema.

Vertical. Las cualidades de Hazard también asoman a la contra. En el Chelsea o con Bélgica ha demostrado su intervencionismo en este tipo de jugada. Como lanzador incentiva los desmarques al espacio del extremo diestro (Willian o Pedro) y del delantero con envíos medidos. Le sobra con uno o dos toques para orientar los ataques. El mediapunta belga es capaz también de protagonizar el movimiento de ruptura cuando el punta saca a los centrales de zona. Siempre aparece en finalización (dos disparos y dos pases para ocasión de gol de media). La diversidad futbolística de Hazard estimula todas sus virtudes y admite su inmediata adaptación al Madrid en caso de que acabe de blanco.