“Tenemos que crecer con este sistema”
El vestuario abraza el 4-4-2 con Timor/Javi y Araujo, Mir y Rubén
Sin ser un ultimátum, el partido del sábado contra el Numancia podría poner el punto de mira sobre la continuidad de Manolo Jiménez en el banquillo de la UD, toda vez que algunos de sus principales gestores alimentan las dudas sonre la idoneidad de su figura en este proyecto tras tras las dos derrotas recientes y los tres partidos sin ganar ni marcar. Ocurre que, tras el varapalo de Almería (3-0), se imponía un cambio radical en el equipo y Jiménez recogió el guante. Cambió jugadores y sistema, y sus pupilos fueron tan superiores al Numancia como indicó el 3-0 final.
Para empezar, le dio Jiménez carrete al sistema de 4-42 con el que, según reconoció días atrás, se había sentido muy cómodo a lo largo de su carrera en los banquillos. Y la UD le fue mejor que nunca este curso. Asimismo, metió de inicio a Javi Castellano y David García, suplente uno y descartado por paternidad el otro en la ciudad andaluza, y mantuvo a Sergio Araujo en el equipo titular. Fue la primera vez que alineó juntos a sus tres principales delanteros, el propio argentino junto a Rafa Mir y Rubén Castro, estando los dos dos últimos en la punta del ataque y el 10 escorado a la banda izquierda.
La nueva disposición táctica permitió a Timor brillar más que nunca, cubierto por Javi Castellano y su facilidad para abarcar todo el campo defensivo, siendo habitual que el centrocampista valenciano se animara a presionar más arriba ante la protección del gemelo. E indirectamente, Ruiz de Galarreta pudo liberarse más en la tarea defensiva, donde sus prestacones, pese al esfuerzo, bajan sobremanera. La combinación entre sus dos pivotes permitió a los amarillos campar a sus anchas. Así lo reconocía Juan Cala, que se frotaba las manos detrás de ellos: “El partido de Javi Castellano ha sido sensacional. Él y Timor han hecho un trabajo espectacular. Galarreta ha estado más liberado y los tres de arriba han tenido más espacios”. “Un bloque”. Insiste Cala en que este sistema permite brillar más “a los de arriba”: “Hemos sido un bloque de 7 para mantener el equilibrio y, cuando el balón está en campo rival, con estos 3 arriba siempre pasa algo. Tenemos una de las mejores delanteras de la categoría y necesitamos que el balón esté en campo contrario”. “Debemos crecer con este sistema de juego”, insiste el central sevillano, que defiende, como la mayoría del vestuario, que le verticalidad debe primar en Segunda: “Yo prefiero ser vertical a tener la posesión de mentira”. “Fuimos menos vistosos, pero creo que la afición es lo que quiere. Hemos entendido que en la Segunda se gana así”, sentenció.