AS (Las Palmas)

Deivid “Si subimos a Primera se cerraría una etapa y me quedaría en paz”

- PABLO CHECA

El defensa grancanari­o volvió este verano a casa para intentar “completar un círculo.” Cambiaría las formas de su marcha al Córdoba, pero no el fondo. “De las cosas que haces, si las haces con buena intención y pensando que es lo mejor, no creo que te debas arrepentir”, asegura.

Usted fue muy crítico analizando el 2-2 de Mallorca, tras ir ganando Las Palmas 0-2. ¿Qué análisis han hecho?

—Viendo el partido repetido, en frío, y con la charla del mister, nos dimos cuenta de que el duelo se descontrol­ó durante 5-10 minutos, cuando nos marcaron. Quizás nos metimos demasiado atrás. Para un equipo que aspira al ascenso, si se pone 0-2 tiene que cerrar el partido y manejar los tiempos. A lo mejor en ese rato no lo hicimos del todo bien, pero ya pasó. Hemos corregido errores. El entrenador nos dijo lo que pensaba e intentarem­os que no vuelva a suceder.

—La UD se está mostrando demasiado irregular.

—Lo dije cuando llegué: quien pensaba que esto iba a ser un paseo se había olvidado de lo que es la Segunda División. En los últimos años ha pegado un salto mayor, con el límite salarial todo se ha igualado muchísimo. Los últimos años han sido muy fuertes, no se sabía qué iba a suceder. Los equipos que bajaban, que supuestame­nte iban a pasearse, siempre lo han pasado mal. Pocas veces el que baja vuelve a subir con la misma. Estamos en ello. Estamos empezando y en la plantilla somos 17-18 jugadores nuevos, más el entrenador. Todo eso requiere un tiempo, un adaptación, pero creo que el equipo se está ajustando cada vez más. El mister va encontrand­o su idea, y poco a poco esperamos encontrar la regularida­d. Se nos exige estar arriba desde un primer momento, pero esto es muy largo. Con el Valladolid, el año pasado, a falta de 10 jornadas no estaba ni en playoff. Hay que llegar a las últimas 10 jornadas metidos en el pelotón, y estoy convencido de que así va a ser.

—Volvió a Las Palmas cuatro años después. ¿Cómo surgen los contactos para su regreso?

—Primero me llamó Toni Cruz, cuando la UD acabó la temporada y empezó a preparar esta. Me preguntó que qué pensaba acerca de volver. Tenía un año más de contrato con el Valladolid, y me querían renovar. Además, íbamos a jugar el playoff. Le dije que hablaríamo­s al final. Tenía una relación muy fuerte con el director deportivo, al que ya tuve en el Sevilla, y con Carlos Suárez, el presidente. En Valladolid habíamos hecho un grupo increíble. Cuando acabó la temporada y pasó lo de Toni, luego me llamó Toni Otero. Y cuando eligieron al mister, se reunieron para comentarle esta posibilida­d, y estuvieron de acuerdo. Me llamaron y me convencier­on. A pesar de tener la posibilida­d de jugar en Primera, esta era una posibilida­d de resarcirme de todo lo que pasó cuando me fui. Tenía ganas de estar cerca de mis amigos, de mi familia y de que mi mujer también estuviera en casa.

—Desde que volvió a Las Palmas, ¿qué le ha dolido más?: ¿Qué se le señale por su relación familiar con el presidente

Liga dura “Quién hablaba de paseo olvidó lo que es la Segunda División”

Críticas “Se me debe juzgar en el campo, donde he sido un profesiona­l”

(está casado con su hija) o por haberse ido al Córdoba en aquel momento? —Con el tiempo me he ido acostumbra­ndo. Antes me dolía más. Cuando me marché, al principio sufrí bastante por los comentario­s; más que por los comentario­s, por los insultos. Cada día me caía alguna por las RRSS. Pero no sufría por mí, pues me puse una coraza, sino por los que me rodean. Mis padres, mi familia, mis amigos, viven aquí. Ir al Estadio, o por la calle, y escuchar conversaci­ones donde a tu amigo o familiar lo están matando, me imagino que no debe ser muy cómodo. Hablé con todos y les dije que estaba fuerte y tranquilo, y que no se metieran en nada. Y que por mucho que escucharan, no le respondier­an a la gente ni en RR SS ni por supuesto en persona. En mi familia, en la que incluyo a los amigos de toda la vida, se han portado como señores. Nunca se han metido en nada y yo, tampoco. Mi trabajo es hacerlo lo mejor posible en el campo. Ahí nadie me puede reprochar nada, siempre he sido un profesiona­l con mis virtudes y defectos. Ahí es donde la gente me tiene que juzgar. Segurament­e cuando juegue liaré alguna, y en otros partidos estaré bien. Pero como todos los futbolista­s. Eso para mí está olvidado, es una etapa que ya pasó. —¿En algún momento se arrepintió de haber firmado con el Córdoba? —No. Allí me trataron espectacul­ar. Sigo yendo a Córdoba y la gente me respeta muchísimo. Fui uno de los capitanes y siempre me trataron con mucho cariño. Me arrepiento de las formas o de la manera en que fue todo. Pero lo he explicado varias veces. Tras acabar el playoff, todo empezaba. La pretempora­da del Córdoba se iniciaba en dos semanas. Las Palmas tampoco me dijo nada, y tenía una oferta de Primera División y alguna más. Decidí irme allí, y en aquel momento creía que era lo mejor. De las cosas que haces, si las haces

con buena intención y pensando que es lo mejor, no creo que te debas arrepentir. —Partido grande el sábado contra el Deportivo.

—Para mí, es un súper equipo. Tiene un entrenador de los mejores de la categoría, que ya lo hizo muy bien la temporada pasada con el Zaragoza. Tiene un estilo de juego diferente. Juega en rombo, con un mediapunta, solo un mediocentr­o, dos a los lados y dos delanteros. Acumula mucha gente por dentro, y los que dan amplitud son los laterales. Es un juego diferente, de posesión, que arriesga; les gusta tener el balón.Va a ser un partido muy difícil. Hay que llevarse los tres puntos, en casa estamos bastante fuertes. —¿El objetivo irrenuncia­ble tiene que ser el ascenso? —Sí. Creo que esconder eso sería mentir (se ríe). Con trabajo, con el día a día, con el famoso partido a partido, está claro que el objetivo final es el ascenso. —Para usted sería como completar su particular círculo vicioso. —Sí. Si ascendemos, ya me puedo retirar tranquilo del fútbol (se ríe). Ascender, la temporada que viene juego cinco minutos en Primera y me vuelvo a mi casa. Eso sería, como dices, cerrar un círculo perfecto. Tengo 29 años y espero que todavía me quede bastante. Pero es el reto que tengo para cerrar eso. Cuando estuve aquí empezamos a jugar los playoff, dos de manera consecutiv­a, y no pudimos asender. Para mí, ascender con Las Palmas sería un sueño y cerrar la etapa anterior del tema del Córdoba y quedarme en paz.

Fichaje

“Me convencier­on Otero y Jiménez. Era una oportunida­d de resarcirme” Ascenso

“Esconder que es el objetivo irrenuncia­ble sería mentir”

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