Brachi repite su gesta: bronce en arrancada
Es el mismo resultado que en el Mundial de 2017
Con un solo intento, Josué Brachi igualó su resultado en el Campeonato del Mundo de Anaheim (California) de 2017: bronce en arrancada. El sevillano levantó 115 kilos, lo que le permitió subir por segunda vez al tercer peldaño del cajón en un Mundial. En Turkmenistán, sus rivales en la categoría de 55 kilos (nueva, un kilo menos que en la anterior en la que competía) salieron fuertes, lo que se tradujo en muchos nulos. Hasta tres de sus adversarios se quedaron sin clasificar y otros tantos cayeron en el primer intento. El alzado a asegurar de Brachi le valió para llevarse la medalla. Un metal histórico, ya que se convirtió en el primer halterófilo español que consigue podio en dos campeonatos (con uno también estaba Lorenzo Carrió, en Tailandia 1997). "Quiero seguir la estela de Lydia, pero me falta mucho", aseguraba tras colgarse el bronce.
El andaluz se había cargado para el segundo intento 118 kilos, los mismos con los que alcanzó la gloria el año pasado en California. No pudo ser e hizo dos nulos, pero sólo el kazajo Arli Chontey (segundo, con 120 kilos) y el chino Om Yun-Chol (primero, con 120, pero alzados en el primer intento) le superaron. Ambos tomaban distancia para el dos tiempos, pero la medalla en el total olímpico estaba más cerca que en 2017.
Tampoco pudo ser, ya que los rivales erraron menos. Brachi logró en su primera intentona 135 kilos. Una buena marca de salida, pero debía mejorar para seguir en una lucha que se había puesto mucho más dura. No lo consiguió. Con dos nulos (138 y 139 kilos) quedó octavo. El oro volvió a ser de nuevo para Yun-Chol, con 162 kilos. El chino es uno de los halterófilos que regresaba después de que su país cumpliese una sanción de un año. Fue oro en Londres, plata en Río... y en su retorno dejó muy lejos al resto en dos tiempos y el global. Los segundos, Li y Chontey, se alejaron a 20 y 24 kilos. Mucha diferencia.
Por su parte, Brachi, tras su excelente papel en la arrancada, concluyó quinto en el total. Meritorio inicio del ciclo olímpico para el sevillano, que ahora deberá acometer la subida de peso para Tokio, donde tiene que concurrir en 61 kilos. Trabajo arduo, pero grandes sensaciones.