Verstappen se exhibe pero Hamilton vence
El de Red Bull lideraba tras adelantar a los Ferrari y los Mercedes, pero Ocon le embistió cuando iba a ser doblado y Lewis le pasó. Max acabó segundo con Raikkonen tercero. Sin puntos para los españoles
Cuando llegó Hamilton a la parrilla de salida, andaba por allí Kaká con una rubia fabricada en algún sueño brasileño. “¿Cómo ve a Vinicius?”, le preguntaron. “No, no, de fútbol no hablo”,
respondió. Lógico, tratándose de un exfutbolista. Aquel fichaje estrella madridista estuvo con el pentacampeón y con Alonso,
hacía fotos a los coches como un niño. Al momento apareció por allí camino del himno Verstappen, mirada fija de psicópata de las carreras que casi se lleva por delante a Ricciardo.
No estaba para juegos el holandés. Pretendía ganar. Y si no lo hizo fue porque Esteban Ocon,
de repente en la vuelta 46, se lo llevó por delante cuando estaba siendo doblado. El francés debió pensar que se encontraban aún en la F3, cuando sí ganó a Verstappen, pero ayer era el de Red Bull quien volaba en las colinas entre lagos de este circuito de leyenda.
Fue en ese momento, con Max líder destacado, cuando Hamilton cogió la primera posición para no dejarla más. Dicen que cuando eres feliz todo se pone de tu parte. No es solo por talento, coche y genio, también ese intangible, la energía es su aliada. Suerte, lo llaman algunos. Décima victoria del año.
La carrera había empezado con una buena salida del pentacampeón y Bottas, que dejaron a Vettel tercero. No tuvo su día el tetracampeón alemán, que acabó sexto a más de medio minuto del que fuera su rival por el título y detrás de su compañero, Raikkonen. Por detrás llegaba con una bala azul Verstappen, salía quinto y pronto se quitó a los dos Ferrari. Después a Bottas a ritmo de vueltas rápidas hasta que en la 40 pasó en la recta a Hamilton y se puso líder. Todo iba bien, Interlagos era territorio Red Bull. Después llegó lo de Ocon y…
A partir de ahí, cambios de neumáticos, remontadas por uno y otro lado, y Ricciardo pasando coches como en un videojuego para terminar a cuatro décimas de Raikkonen, que acompañó a Hamilton y Verstappen en el podio. Detrás, una de las peores carreras posibles para Alonso. El asturiano había ganado dos posiciones en la salida y estaba luchando por el grupo que perseguía puntos cuando entró a cambiar neumáticos: problemas en la parada con el gato y la rueda trasera derecha, nueve segundos de pérdida y mil problemas después para ser penúltimo, solo delante del Williams de Stroll y a dos vueltas del líder. Triste para alguien que fue el más grande en este circuito, ahora en un mal equipo.
En cuanto a Carlos Sainz, acabó duodécimo y para la memoria quedará su lucha en las primeras vueltas con Nico Hulkenberg,
batalla al límite entre los compañeros de Renault que ganó el madrileño. Y todo terminó con Hamilton adorando a su Mercedes,
desde ayer pentacampeón de constructores en la Fórmula 1. Lógico. Queda el GP de Abu Dhabi, la carrera final…