Toko Ekambi destroza al Almería con cuatro goles
Nadie hacía en el Villarreal lo que el camerunés desde 1987
Toko Ekambi no dejó ni que brotase la emoción copera en La Cerámica. El Almería se plantó en Vila-real con un 3-3 de la ida, con Sekou desatado y con la máxima de que, a veces, entre un equipo de Primera de la zona baja y otro con grandes aspiraciones en Segunda no hay tantas diferencias. El partido comenzó con esta sensación, hasta que el camerunés descerrajó la portería de Fernando con cuatro goles, algo que un delantero del Villarreal no hacía desde 1987 (Sebastián Nadal en un 4-0 en 2ªB). El Submarino tampoco había conseguido un marcador así en la élite.
El protagonista de la noche goleó tras un pase de Costa (23’), al aprovechar un regalo de Raba (31’), al finalizar una asistencia de Bacca (36’) y bordando una jugada personal (47’). Bacca, su pareja, también hizo su tanto imitando a Romario, aprovechando que enfrente había un portero vendido por una zaga de plastilina.
El Almería, cargado de suplentes, dio tantas facilidades atrás como en su casa. Si no se llevó una goleada tipo Malta fue por los egoísmos personales y por los dichosos postes, que también los hubo (2). Pese a poblar su centro del campo el balón siempre le fue esquivo. Por eso, la cita pareció más bien una prueba sin presión para Javi Fuego, que volvía una vez olvidada su lesión, y para canteranos como Raba y Morlanes, que están en plena búsqueda de un hueco en tan prestigioso escaparate.
El resto del encuentro fue un entrenamiento en el que Calleja quiso que Gerard se contagiara de la fiesta (hizo el sexto), en el que vimos un penalti doble en la misma jugada y en el que, por encima de todas las imágenes, quedó una bien curiosa: jugadores esperando la revisión del VAR, olvidando que en la Copa, por ahora, se arbitra a la vieja usanza. Velasco Carballo, custodio del invento, estará satisfecho: de la crítica al intervencionismo se ha pasado a la defensa a ultranza de la justicia.