Marcos Llorente, el gran olvidado
Parece que el Real Madrid despierta de ese mal sueño que vivió en Ipurúa, donde vimos el peor juego que recuerdo. Un equipo sin alma, impreciso, totalmente irreconocible y superado por un Eibar excelso, pero que, con todos mis respetos, no está ni por presupuesto, ni por historia ni por calidad técnica a la altura del Real Madrid.
Ante el Roma, y especialmente contra el Valencia, el equipo blanco sacó esa flor característica de la época de Zidane. A la cabeza se me vienen el fallo inesperado de Ünder, los de Gabriel Paulista y Santi Mina o el paradón con la cara de Courtois.
En cualquier caso, volvieron el esfuerzo y la calidad de los jugadores blancos. Gran trabajo de Benzema, Courtois y Marcos Llorente, el gran olvidado de Zidane y Lopetegui. Aportó equilibrio e hizo olvidar a Casemiro. Ha recuperado, gracias a la continuidad de Solari, el nivel que le hizo ser la revelación en el Alavés finalista de Copa.
No es el único que brilla. Reguilón fue un puñal, Vázquez suma dos goles en dos partidos y Carvajal está soberbio y al mejor nivel tras su lesión.
Vuelven la ilusión y la flor. Y este mes un candelario asequible que determinará si el proyecto de Solari se consolida o sufre una nueva crisis.
Pablo Hellín
Madrid