Los meritorios cumplen
La lesión de Malcom, único pero a un plácido duelo
Estreno Riqui Puig debutó y dejó en su primer partido una asistencia
Media parte le bastó a un Barcelona de meritorios para acabar de archivar la eliminatoria de dieciseisavos de final de la Copa ante la Cultural Leonesa que se fue del Camp Nou goleada por 4-1. No hubo ni atisbo de emoción en el Camp Nou, que como es habitual en estos partidos, ofreció los asientos del estadio a las personas que normalmente no pueden acudir, que más allá de la competitividad del marcador se lo pasaron en grande. 76.398 espectadores vivieron el partido como una fiesta que acabó con la preocupación por la lesión de Malcom.
Si el partido tenía algún atractivo futbolístico desde el punto de vista blaugrana tras la victoria en el Reyno de León por 0-1 era ver cómo respondían sobre el terreno de juego los jugadores menos habituales de Valverde.
Y no le fallaron al míster los de la segunda unidad, que se tomaron el partido como una reivindicación que llevó a que en la primera parte el duelo estuviera ya más que cerrado tras el 3-0 logrado mediante los goles de Munir, Denis y Malcom, tres de los futbolistas que estaban bajo la lupa y que alzaron un dedo diciendo aquí estoy yo.
Pero más allá de los eventuales, Valverde también tuvo que recurrir a alguno de los más habituales como Rakitic, especialmente después de que Arturo Vidal se cayera de la convocatoria a última hora por un proceso febril y que para cubrir su baja se tuviera que avisar a última hora a Sergio Busquets.
El croata fue el líder del juego blaugrana en todo momento organizando sin sudar aparentemente todo lo que sucedía a su alrededor. Dio dos asistencias y fue el mejor maestro de ceremonias para que Oriol Busquets se sintiera seguro en una posición tan determinante como la de mediocentro. Y más llevando ese apellido aunque nada tenga que ver familiarmente con Sergio.
En la segunda parte, Valverde dio descanso a Rakitic para dar entrada a Busquets mientras el Camp Nou esperaba el momento de que entrara Riqui Puig, el favorito en el imaginario de la grada para reavivar una antorcha que busca portador desde que Iniesta se fue a Japón.
Antes de que ingresara Puig por Busquets, Señé marcó para la Cultural tras una palomita posturera de Cillessen, que compensó un pase de fantasía de Riqui Puig para marcar el cuarto de una noche que acabó con mal sabor de boca por la lesión de Malcom, que se fue entre lágrimas.