Con peores números, de destitución

La destitución de Manolo Jiménez buscaba un cambio de rumbo de un equipo que no terminaba de jugar bien al fútbol, aunque siempre estuvo con los de arriba. La mala racha final del técnico sevillano propició que se le destituyera con 19 puntos en 14 jornadas, el equivalente al 45% de los puntos en juego. No hace falta decir que nadie pensó en Paco Herrera como el hombre sustituto, como la revolución para el cambio, pero, para sorpresa de todos, las cabezas pensantes del club amarillo eligieron el catalán buscando esa reacción y llegada del juego bonito.

Pero han pasado 10 jornadas y el cambio es claramente a peor, puesto que solo se han conseguido nueve puntos, un 30%, aunque existe un ‘premio’ con los tres puntos que nos regalan por la salida del Reus. Solo si se lograran ganar los próximos cuatros partidos, algo poco probable, viendo los andares del enfermo, se superaría el registro de Jiménez en las mismas jornadas al frente del equipo, cosechando 21. Suena a utopía, pero sería la única manera de poder creer en un sueño que va camino de pesadilla. Lo más preocupante, que los jugadores y cuerpo técnico ven brotes verdes, mejoría y buenas sensaciones, cuando cada vez estamos más en tierra de nadie...