Pro Basketball Manager 2019: un tiro fallido
Un ambicioso simulador de baloncesto lastrado por sus fallos
Pro Basketball Manager 2019 quiere seguir los pasos del Football Manager de Sega y ofrecer una experiencia total en la gestión de cualquier equipo de baloncesto del mundo. Un ambicioso proyecto que se topa con una muralla infranqueable: una pobre IA que eclipsa totalmente los buenos detalles que posee.
Elección de club. Nada más comenzar la partida habrá que escoger qué liga disputar y con qué equipo. Aunque no son nombre reales por problemas de derechos, todos son fácilmente reconocibles. En función del club se marcarán una serie de objetivos cuyo cumplimiento marcará el apoyo de la afición y la directiva. Comienza una tediosa etapa de pretemporada en la que inevitablemente hay que pasar día a día a pesar de que no haya nada que hacer.
Gestión de plantilla. Los equipos arrancan tal y como están en la actual temporada pero el jugador puede optar por hacer traspasos, realizar fichajes o encontrar futuros talentos en otras ligas. Todo ello dentro de un presupuesto limitado. Para aumentar ingresos hay varias vías que van desde subir el precio de las entradas hasta aumentar el número de instalaciones de vending.
Los partidos. El usuario puede optar entre simular el resultado del partido, idea poco recomendable dada lo impredecible que es la IA, o bien verlo en directo y tomar decisiones sobre la marcha: cambios, selección de jugadas, tiempos muertos, tipo de defensa, intensidad física, juego por dentro o por fuera... Todo muy bien, salvo que los bugs abundan y un España-Rusia puede acabar con un ¡5-2!.
Gráficamente ofrece muchas perspectivas para seguir el choque, pero todas ellas son muy pobres y los jugadores no son reconocibles. En cuanto a los menús necesitan mucho más trabajo, por un lado tienen que ofrecer más información y de manera más accesible y por otro son demasiado planos.