Es vital el hecho de que ha dicho al United que se quiere ir

belga Defour porque le era imposible firmar al Tolosarra.

El otro paso inesperado lo ha dado el propio Pogba. Según aseguraron a AS personas muy cercanas a él, Pogba nunca se planteó declararse en rebeldía. Ahora tiene claro que le toca mantener el pulso que inició no viajando a Cardiff para el amistoso ante el Milán. El jugador siente que ya ha puesto todo de su parte. Primero, a través de Mino Raiola, dijo a la directiva que quería cambiar de aires y luego, cuando volvió de sus vacaciones, se reunió con el técnico Solsjkaer para dejarle claro que había tomado la decisión de ir al Real Madrid. El siguiente mal trago para el francés será el próximo domingo día 11. El United juega con el Chelsea a las 17:30 en su debut en la Premier. Lo normal es que le siga doliendo la espalda...

Es obvio que la primera fecha clave para su fichaje es el jueves 8, cuando se cierra para el United la posibilidad de inscribir un sustituto. Pero la realidad es que Pogba podría fichar por el Madrid hasta el 2 de septiembre. Y hasta entonces, además de ante al Chelsea, el United tendría otros tres partidos oficiales (Wolves, Crystal Palace y Southampton). Un papelón para el futbolista.

Para colmo, el Real Madrid también tiene sus problemas internos para afrontar la operación. El fundamental y primero, que necesita recaudar dinero. A estas horas y después de que se fuera cedido Mayoral, sólo puede hacerlo con tres jugadores: Bale, James y Mariano. No necesariamente tiene que vender a los tres. De hecho, la primera idea es que si no llega ninguna buena oferta por James, éste se quede. Pero al menos sí necesitaría vender a Bale y a Mariano. Recaudar unos 50 o 60 millones de euros para cumplir con las exigencias del Fair Play Financiero. De momento el Madrid ha gastado 298 millones en reforzar la plantilla y ha ingresado 115 por ventas de futbolistas.

El jugador