Sánchez Magro: un escritor del Atleti que bajó al Murcia
La Federación y LaLiga comparecieron ayer durante cuatro horas en la vista celebrada en el madrileño juzgado número 2 de lo Mercantil para resolver el conflicto de horarios que tiene en vilo al fútbol español. Lo hicieron sin Rubiales y Tebas, con un lleno en la sala que obligó a cambiar la cita a una más amplia y con la certeza de que el juez, Andrés Sánchez Magro, quiere resolver la solicitud de medidas cautelares de LaLiga el lunes como muy tarde, dentro del plazo de cinco días que tiene para hacerlo. El magistrado debe decidir si acepta la petición de LaLiga para que haya partidos los viernes y los lunes o, por el contrario, mantiene la resolución de Competición del 26 de julio para que sólo se juegue los sábados y los domingos como pretende la RFEF.
Las partes dejaron claras sus diferencias con duros ataques, aportando numerosas pruebas y aferrándose a varios testigos. Por eso, y pese a que el juez pidió que las conclusiones fueran “cortitas y al pie”,
se llevó una cantidad ingente de información a casa y hoy seguirá estudiando el caso en su despacho de Gran Vía 52 con la firme intención de anunciar la resolución a última hora (difícil) o mañana (probable). No quiere retrasarlo mucho más, sabedor de que el campeonato echará a andar en una semana y que aún no se sabe, con el riesgo económico que conlleva, si se abrirá el telón el viernes 16 de agosto con un Athletic-Barça, como fijó LaLiga, o el 17 con un Mallorca-Eibar, como corrigió luego Competición y celebró la RFEF.
LaLiga puso en valor ante el juez la unión de los clubes, recordó que le respalda el Real Decreto de 2015, habló de “abuso de poder de la RFEF” e incidió en los contratos audiovisuales ya firmados. Llevó un perito y dos testigos más, el director de contenidos de Movistar+, Juan Andrés García Ropero, que compró los derechos del campeonato para España, y Jaume Roures (Mediapro). “Las reglas no se pueden cambiar a mitad del partido. Hay que ser serios. Cambiar lo que había supondría la devaluación televisiva del valor del fútbol (unos 2.100 millones al año) en un 30%”, dijo el productor catalán.
Otra versión. La RFEF explicó que el caso estaría mejor en el contencioso administrativo para que decida sobre las competencias (ha presentado una declinatoria), aseguró que cumple lo que decretó la justicia deportiva (Competición), defendió que está de su lado el espíritu de la Ley del Deporte y el Convenio de Coordinación y denunció “mentiras de LaLiga” y una “presión inadmisible” de la patronal a varios medios. “La postura de LaLiga ha cambiado radicalmente”, dijo el letrado González-Cueto. Y añadió: “La RFEF escribió a LaLiga para que se abstuviera de fijar partidos los viernes y el lunes antes de llegar a un acuerdo y contestó que el Real Decreto le habilitaba y que no negociaría. Vende lo que no es suyo. Llegamos a ofrecer poner 18 partidos los lunes este año, 12 el siguiente, seis al otro y ninguno el último”. El secretario general de la RFEF, Andreu Camps, el presidente de los árbitros, Velasco Carballo, y el perito José Antonio Calle declararon como testigos.
Ahora hay dos escenarios posibles. Si el juez decreta medidas cautelares, permitiría que se siga jugando viernes y lunes como en la última década. Y presumiblemente el auto no se deberá ejecutar sólo durante estas tres primeras jornadas programadas, sino también durante el resto del curso 2019-20, ya que intentará entrar en el fondo del asunto y sentenciar puesto que están en el aire más de 50 contratos televisivos por valor de 6.000 millones en tres años. La duda es si el juez aceptará la declinatoria o si resolverá el tema de las competencias. Si deniega la cautelar, habrá marejada: los operadores denunciarán, pedirán indemnizaciones o harán nuevas ofertas a la baja. Algo que la RFEF pone en duda y ve como una “alarma” de LaLiga.
Este caso se puede recurrir en la Audiencia Provincial, pero no se hará ni tendría efecto ya que los tiempos no permiten dilatar más estas medidas cautelares. La solución, en horas. ■ Andrés Sánchez Magro es toledano y profesor universitario. Presume de ser futbolero: es seguidor del Atleti y simpatiza con el Cádiz y el Rayo. Se hizo famoso cuando aceptó una solicitud de la Asociación Madrileña del Taxi para el cese de
Uber y al decretar el descenso administrativo del Murcia a
2ªB. Es aficionado a los toros y a la literatura, ejerció como periodista al redactar crónicas de los encierros de San Fermín, fue guionista, presentador televisivo y escribrió los libros Por fin vas a entender de vinos y Diccionario del vino de la A a la Z.
Roures “Si cambian las reglas, el fútbol español se devaluaría un 30%”
La RFEF “LaLiga miente, ha cambiado de postura y vende lo que no es suyo”