Nadal salva el día en un partido eterno por la lluvia
Ganó a Evans tras 4h:30 y verá a Pella en octavos
Rafa Nadal salvó un día complicado y tedioso en su regreso a las pistas casi un mes después de su último partido, aquella semifinal que perdió en Wimbledon contra Federer. El balear se sobrepuso a un mal comienzo y a tres paradas por culpa de la lluvia, dos de ellas largas con paso por los vestuarios, y se deshizo de un incómodo Daniel Evans, que arañó un quiebre en el primer juego y tuvo dos puntos de set en el desempate de la primera manga. Nadal aguantó e hizo lo justo para ganar en la segunda ronda del Masters 1.000 de Canadá, donde defiende título: 7-6 (6) y 6-4 en dos horas de juego, repartidas en más de cuatro y media de tiempo real.
Sea como fuere, el número dos del mundo, que debe llegar a la final para mantenerlo, sumó su victoria 378 en la
segunda categoría de torneos del circuito para igualar a Federer en lo alto de la tabla. Hoy se enfrentará en octavos al argentino Guido Pella.
Montreal amaneció cubierta de nubes y con mucha humedad (81%). Las probabilidades de que lloviera eran altas y por eso Nadal pidió jugar en el primer turno de la central, las 12:00 hora canadiense (18:00 en España). Quería tener las máximas opciones de terminar el partido y no tener que doblar al día siguiente. Hizo bien. En ese horario poco habitual para él salió frío, sin ritmo y fallón en los primeros compases. Poco a poco se entonó y tras salvar dos puntos de set en el desempate, se adelantó y lo vio todo más claro, aunque tuvo que esperar casi dos horas más para terminar el trabajo en un día para olvidar. Seguro que vendrán mejores.