El elevado sueldo de Neymar no sería un problema en el vestuario
El Clásico por Neymar entra en su recta final, no tanto por el punto en que se encuentran las negociaciones sino porque la fecha del cierre del mercado en España, el 2 de septiembre (23:59 h.), empieza a apremiar. Al margen del acuerdo con el PSG, el escollo más importante para Madrid y Barça para cerrar al brasileño, la operación está pendiente de que madridistas y culés concreten los términos con el jugador. En este sentido, Jugones informó ayer que ambos clubes conocen ya las exigencias de Neymar: un contrato de cinco años (acabaría con 32) a razón de 35 millones netos por cada uno de ellos, una cifra muy similar a la que percibe actualmente en París. El total sería de 175 millones limpios, unos 350 brutos...
El programa de laSexta, además, explicaba que ese elevado sueldo no sería mal recibido en el vestuario del Madrid, en el que se considera a Neymar un jugador de primerísimo orden y se vería justificada la inversión. Así, en el Bernabéu podrían olvidarse de un hándicap que no había pasado desapercibido, puesto que el aún atacante del PSG aterrizaría en
la capital percibiendo más del doble que los dos madridistas que más cobran de la actual plantilla, Ramos y Bale, que se embolsan anualmente alrededor de 15 millones.
En paralelo a un fichaje que se volvió culebrón prácticamente desde su inicio, aparece el factor fútbol, casi olvidado por todo el ruido mediático. Ahí el debate gira en torno a cuándo volverá a jugar Neymar. Está en el último tramo de la recuperación de la rotura de ligamentos en el tobillo derecho que sufrió en junio y le hizo perderse la Copa América. Eso ha sido usado como pretexto para que no juegue, pero en el PSG en realidad hay dos posturas: Al Khelaifi y Leonardo no quieren que juegue para evitar una posible recaída que haga imposible su marcha, mientras que Tuchel, el entrenador, se ha manifestado siempre a favor de contar con él. El alemán, que no descarta ponerle este domingo (ante el Toulouse, 21 h.), ha acatado lo propuesto por el club, que ya demostró castigando a Rabiot que tiene la sartén por el mango. En los despachos, si acaso, esperarían al Metz (viernes 30, 20:45 h.) para no vivir otro juicio público lleno de insultos al brasileño como el de la primera jornada, contra el Nimes.
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