Ricky Rubio se suelta la coleta

Ricky Rubio es el líder de la Selección de baloncesto. Al menos hasta que Marc Gasol, que ayer no jugó el amistoso contra Argentina por una indisposición, se recupere de todos sus males, destape sus excelencias y se convierta en “la brújula” del equipo, como él mismo se definió en una entrevista en El Larguero. A la espera de la eclosión del pívot de los Raptors, Ricky es el faro que ilumina a España, a sólo tres días del debut en el Mundial de China. Ayer, en Ningbó, el base de los Suns desatascó el partido en el último cuarto, con una actuación estelar que le coronó con un total de 25 puntos, 8 asistencias y 1 robo. Unos números galácticos que ha venido repitiendo durante los seis partidos de preparación, en los que exhibe unos promedios de 18,6 puntos, 5,3 asistencias y 1,8 robos, en 22 minutos. Ricky Rubio está en un momento dulce. Como nunca. Su capacidad para dirigir a sus equipos, para asistir a los compañeros y para defender a los rivales, es sobradamente conocida y reconocida. Sin embargo, este Ricky de la Selección es mucho más que eso, porque también se erige como un referente anotador. El base catalán nunca había mirado tanto a la canasta. Ese promedio de anotación de 18,6 supera, con creces, sus dígitos en la NBA (11,1 puntos) o en su historial con España (6,1). Si rascamos un poco más en sus estadísticas, Rubio ha alcanzado un 47,8% de efectividad en triples, por el 32,2% que luce en Norteamérica. Sin duda, estamos ante un nuevo Ricky, que se ha soltado la coleta. Porque, más allá de los números, tan fríos como esclarecedores, aquí hay un líder.