Luis Milla: “Lo pasé mal, pero he cambiado el chip”
El medio nunca escondió su deseo de jugar en Primera
Luis Milla vivió un verano diferente. Desde que acabó la campaña pasada, su buen rendimiento despertó el interés de varios clubes de Primera División. El medio se entusiasmó con la posibilidad de cumplir su deseo de estar en la élite, pero se encontró con la firmeza del Tenerife: “o pagan la cláusula de cinco millones de euros, o no negociamos”, repetían los gestores deportivos tinerfeños ante todo el que preguntaba. Pasaron los días, las semanas y nadie ofertó tal cifra. Así, el madrileño vio desfallecer sus ilusiones. “Lo he pasado mal, pero he cambiado el chip pronto”, contó ayer.
Sueño. “Nunca lo oculté y no le he mentido a nadie. Mi sueño era jugar en Primera, pero por diferentes circunstancias no se pudo dar”, confió. “Lo he intentado llevar de la mejor manera posible, porque es normal cuando quieres progresar, pero he demostrado siempre mi compromiso con este club. Me he dejado la vida por este escudo y lo seguiré haciendo. Soy feliz y lo seguiré siendo en la isla. Eso no va a cambiar nunca”, relató.
Leganés, Granada, Celta o Getafe fueron algunos de los clubes que sonaron para hacerse con sus servicios durante el mercado, pero el interés nunca se concretó en dinero. “El Tenerife apostó en su día por mí y me dio la posibilidad de dar el salto al fútbol profesional. Quedarme no es un paso hacia atrás, para nada. Un gran año aquí es un gran año para todos. Quien piense que daré menos es porque no me conoce”, aseguró el volante quien, salvo sorpresa, se quedará.
Luis Milla llegó al Tenerife en enero de 2017 procedente del Fuenlabrada, club al que se le pagaron los 500.000 euros que había de cláusula. Nada más aterrizar en la isla se convirtió en uno de los fijos para todos los entrenadores. Desde entonces suma 58 partidos oficiales (en uno fue suplente y en dos fue sustituido) y dos goles (Alcorcón y Numancia).
Lo mismo sucede con López Garai, para quien es titular junto a Aitor Sanz, uno de sus referentes. “Me había quedado con las ganas de poder jugar con él”, reconoció. “Uno aprende dentro y fuera porque es un líder. Cuando él habla, la gente va detrás. Siempre ha sido positivo y se nota que ahora está más contento de poder competir otra vez”.
Por último, el jugador prefirió no ponerse objetivos “aunque el Tenerife tiene que aspirar a todo por lo que es, pero conscientes en el día a día y no sufrir lo del año pasado”, y explicó que las sensaciones de estas dos primeras jornadas han sido buenas. “Queremos acercarnos a dominar los partidos, es difícil porque la categoría es igualada, aunque estamos cerca de lo que queremos, pero sabemos que se sufrirá”.
Decisión “Quedarme no es un paso atrás; soy feliz y lo seguiré siendo aquí”