Cuando Rudy se presentó al mundo en el Wukesong
El mallorquín le hizo un mate en la cara a Howard en 2008
Rudy Fernández, lo refresca él, ya había regresado al Wukesong después de los Juegos de Pekín de 2008. Fue en un amistoso con el Real Madrid ante los Beijing Ducks
en 2013. Pero aquello se recuerda menos. Lo que no se olvidará jamás fue la tremenda final olímpica que jugó coronada con aquel mate demencial ante Howard, que por entonces era el ganador del concurso de matadores de la NBA. España,
que tuvo que madrugar para ver el partido, puso sus camas boca arriba con la jugada. En el Wukesong, las mesas de los periodistas estuvieron a punto de volcar y los aficionados enloquecieron. Fue impactante.
Rudy venía de hacer un último año espectacular en el Joventut (doblete: Copa y ULEB), pero aquel póster que le firmó al entonces pívot de Orlando Magic le puso en el escaparate del mundo. Pasó, además, ante Nate McMillan,
que iba a ser su entrenador en los Portland Trail Blazers (allí, por cierto, coincidió con Patty Mills) y que acudió a los Juegos como ayudante de Krzyzewski.
“No he tenido sensaciones especiales por la jugada. Son especiales porque creo que
ese partido estará siempre en la historia de los Juegos y tengo buenos recuerdos de aquel día. Si hubieran pitado los pasos (risas)..., nuestra sensación sería mucho mejor. Volver, y hacerlo en esta situación, es especial. Ojalá podamos luchar por el oro como aquel día”.
Esa noche, Rudy acabó con una sensación amarga. Kobe
hizo un triple y le sacó la quinta. Frustrado, se marchó indignado. Siempre ha sido un ganador... Trece años después de ser campeón del mundo, y en el primer campeonato sin miembros de la generación del 80, se ha echado a la Selección
a la espalda en muchos momentos del campeonato para llegar a un momento cumbre. El físico (la maldita lesión de 2009 después de aquella falta de Ariza) ya no le da para ese mate mundial, pero sí para arrancarse con una racha de triples si el equipo lo necesita o sumar robos como el día de Serbia con lecturas brillantes en defensa. “Sobre todo es la actitud que tenemos los jugadores. Al principio del verano comentábamos que era la primera vez que no había gente de la generación del 80. Los que hemos convivido con ellos sabemos que intentaban siempre ayudar al equipo y eso es lo que se ha hecho también ahora. Estar callados, seguir con nuestra filosofía de dar lo máximo y... luego la vida te da estas oportunidades. Lo vamos a alargar todos los años que podamos”.
Recuerdo “Aquella final ante EE UU estará siempre en la historia de los Juegos Olímpicos”