La otra gran misión de Joe Ingles
■ Joe Ingles tiene una misión y está muy por encima del baloncesto. Hace siete meses, el alero de Utah Jazz decidió hacer público junto a su pareja, Renae, que uno de sus hijos, Jacob, sufría autismo. Concienciar sobre la enfermedad y ayudar a recaudar fondos para la investigación se han convertido en una misión para este australiano que pasó por Granada y por el Barça, donde compartió equipo con Ricky Rubio y dejó huella por su humanidad. El destino los volvió a juntar en Utah. Ricky, también muy emotivo, se volcó con el jugador como toda la franquicia de Salt Lake City. En marzo, convirtieron un partido contra los Lakers en la Noche de Concienciación sobre el Autismo. Los Jazz, junto a sus patrocinadores, aportaron 1,2 millones de dólares como donativo.
Aquel día, Ricky, Gobert, Udoh y Mitchell llevaron zapatillas personalizadas con el nombre de Jacob y piezas de rompecabezas, símbolo de concienciación contra el autismo. “Es un amigo y un hermano. Todo lo que le pasa, nosotros lo sufrimos. Es genial, para la comunidad y el mundo, tener padres así”, explicó Ricky.
Antes, Ingles ya había demostrado su especial sensibilidad. En 2018 conoció la historia de Landon Carter, un chico de siete años que no tenía iris en los ojos. Una empresa fue capaz de desarrollar unas gafas que convierten la imagen borrosa que ven los enfermos en una más nítida. Ingles pagó los 10.000 euros, cantidad que no podía permitirse la familia. El alero sigue haciéndolo todo bien en la cancha y es uno de los líderes de esta Australia, pero su misión ya es superior.
El alero australiano confesó hace siete meses que uno de sus hijos sufre autismo