Lakers y Nets juegan en China un partido fantasma
La NBA mantiene un partido sin televisión ni anunciantes
Lakers y Nets jugaron, finalmente, en el Mercedes Benz Arena de Shanghái. Los de Brooklyn se llevaron (111-114) un duelo de pretemporada con aroma a partido fantasma y no a lo que debería haber sido, un baño de multitudes de la NBA en China, hasta ahora su mercado preferente fuera de Estados Unidos. Sigue sin cerrarse la herida que abrió el tuit de Daryl Morey, general manager de Houston Rockets, en apoyo a los manifestantes contra el régimen chino de Hong Kong. Y, en ese clima enrarecido, el primer partido en China (mañana se debería repetir duelo en Shenzhen) pasó en un apagón informativo orquestado por un régimen chino que sigue usando esta polémica para presionar a una NBA metida de pronto en un dilema entre sus valores como organización y el peso de un mercado que valora en unos 4.000 millones de dólares.
Presión. La televisión china, CCTV, emitía fútbol local a la misma hora en la que se jugaba un partido que no tuvo comparecencias ante la prensa. Ni de jugadores ni de entrenadores ni del comisionado Adam Silver, gran responsable de que se jugara un duelo del que se borró también todo rastro de publicidad. China aprieta, y fuera del pabellón se repartieron banderas del país entre unos aficionados que apenas habían acudido al aeropuerto para recibir a unos equipos que tampoco llevaron a cabo los actos sociales que tenían agendados. En el pabellón sí hubo aplausos, casi todos para LeBron James.
Pero el ambiente estaba enrarecido. Yezi Zhang, una aficionada de 24 años, se lo explicó así al New York Times: “Estaba muy feliz por ir a este partido pero, con las cosas que han pasado, ha acabado siendo extraño. Creo que no está mal que queramos ver a estas estrellas de la NBA, pero no a costa de la dignidad de nuestra madre patria”.
Mientras, en EE UU las franquicias ya imaginan un futuro impactado por esta crisis china. Los expertos financieros de al menos cinco equipos trabajan ya en un salary cap (el gasto permitido en plantilla, igual para todos y calculado a partir de los ingresos totales de la NBA) entre un 10 y un 15% más bajo en la temporada 2020-21. Esa cifra, 109 millones en la campaña que está a punto de comenzar, se proyectaba para la próxima en 116 por equipo que podrían, por lo tanto, rebajarse unos 17 en ese nuevo escenario. Eso afectaría a la distribución de los salarios y a las cifras máximas que podrían alcanzar los nuevos que se firmen.
Pérdidas Los equipos ya trabajan en bajadas de hasta un 15% en los salarios