Mihailov dimite tras los cánticos racistas a jugadores ingleses
Bulgaria, expedientada por la UEFA
El presidente de la Unión Búlgara de Fútbol, Borislav Mihailov, fue obligado ayer a dimitir tras los incidentes racistas que tuvieron lugar durante el partido contra Inglaterra del pasado lunes. El propio primer ministro del país, Boyko Borissov, llegó a exigir la “dimisión inmediata” del dirigente y afirmó que “es inaceptable para Bulgaria ser asociado con racismo y xenofobia”. Los hechos, que tuvieron lugar durante la victoria por 0-6 de los Three Lions obligaron al colegiado croata encargado de dirigir el encuentro a detener hasta en dos ocasiones el partido.
Es por eso que la UEFA anunció ayer que sancionará a la federación búlgara por, entre otras cosas, los cánticos y saludos nazis que profirieron sus aficionados, mientras que a la inglesa se le acusa de no llevar suficientes miembros de seguridad y de no respetar el himno del rival.
Bulgaria, que lleva un año sin ganar un sólo encuentro y que es colista del Grupo A de la clasificación para la Eurocopa, ya había sido sancionada en junio de este año con cierres parciales de sus estadios por incidentes de este tipo durante sus encuentros contra República Checa y Kosovo, por lo que la nueva sanción podría ser similar, lo que ha despertado numerosas críticas.
La asociación contra el racismo en el fútbol Kick it Out ya ha pedido que se excluya de las competiciones oficiales a las selecciones reincidentes en este tipo de infracciones. Aun así, tanto el seleccionador, Krasimir Balakov, como el portero del combinado búlgaro aseguraron tras el partido que sus aficionados se habían “comportado bien”.
“Creo que (los ingleses) exageraron un poco su reacción, yo no escuché ningún tipo de abuso contra ellos”, defendió el que es meta del Ludogorets Plamen Iliev.
Críticas El primer ministro búlgaro exigió la salida del dirigente