La tibieza de LeBron contrasta con su activismo en otras causas
Esto son titulares de ayer de la prensa norteamericana: “LeBron eligió el dinero a costa de su credibilidad”, “LeBron socava los valores que ha defendido en el momento más deshonroso de su carrera”. Y es que los días de aparente tranquilidad con la crisis china que le ha estallado a la NBA acabaron con la intervención de LeBron James antes del amistoso que sus Lakers ganaron a los Warriors.
Después de liderar y promover durante años el activismo de los jugadores de la
NBA en muchas causas sociales dentro de las fronteras de Estados Unidos (sus choques en redes con el presidente Trump han sido estruendosos), LeBron optó esta vez por cuestionar a Daryl Morey, mánager general de Houston Rockets y autor del tuit en defensa de quienes se manifiestan en Hong Kong contra el régimen chino y que abrió este conflicto entre la NBA y uno de sus mercados preferentes, valorado en unos 4.000 millones de dólares: “Tal vez Morey no sabía lo que decía. A veces hay que pensar lo que un tuit puede implicar para otros. Igual no tenía suficiente conocimiento de esta situación”. LeBron no criticó ninguna de las medidas de presión que está aplicando China, de donde acaba de volver con sus Lakers tras unos días sin actos promocionales, ruedas de prensa ni televisión en directo durante los partidos. También mandó un sorprendente recado a Morey que luego trató de matizar: “No quería hablar del trasfondo del asunto, eso lo dejo para otros. Quería decir que no se pensó en las consecuencias que un tuit como ese podía tener”. Convenció a pocos en un clima enrarecido por una crisis a la que todavía no se le avecina final.
Enrarecido