Es el momento de empezar a exigir al belga todo lo que puede ofrecer

importante: con llegada al gol. El tanto que terminó por darle la victoria al Real Madrid llegó porque el germano acompañó muy bien el ataque en transición y un mal pase, ya que Hazard quería conectar con Benzema, se convirtió en asistencia porque Kroos hizo el esfuerzo y tuvo la fe de estar cerca de sus compañeros y del balón. Toni es un futbolista que tiene gol. Debería ser más habitual verle en zonas donde pueda utilizar esa virtud.

Aspecto a mejorar. La lectura negativa del encuentro del martes llega en las situaciones claras de gol concedidas al Galatasaray, resueltas con solvencia por Courtois, que llegaron por el desajuste en el intervalo Ramos-Marcelo. Cuando te enfrentas a un equipo con una línea de tres en defensa y dos carrileros, debes intentar que tu lateral no sea el que salte en la presión sobre el carrilero rival, ya que la distancia que se produce entre ese lateral y el central de su lado se hace demasiado grande y es muy susceptible de ser atacada por los rivales, como así sucedió. Casi todas las jugadas de peligro de los turcos tuvieron ese lugar de origen. En el descanso, Fatih Terim cambió a un 1-4-3-3, con lo cual ya estaba a pares con el oponente y desapareció dicho desajuste.

Hazard. Parece que en el belga se comienzan a apreciar algunos brotes verdes, pero creo que todos esperamos más. Todavía no se le ve en su plenitud física y vamos camino de noviembre. Es el momento de empezar a exigirle todo lo que puede ofrecer: desequilibrio, amenaza constante, asistencias y goles.