Tosun desató la locura en el estadio anotando el empate en el minuto 97
El grito de André Gomes enmudeció a todo los aficionados que ayer acudieron al Goodison Park para disfrutar del Everton-Tottenham. Las caras de los jugadores lo decían todo. Aurier rezaba al lado de su rival, con el que había chocado por accidente, mientras este se retorcía de dolor tras una previa entrada por detrás de Son. El coreano, que se fue del campo expulsado sin rechistar, salió del terreno de juego visiblemente afectado, sabiendo que su peligrosa acción va a tener apartado al ex del Barça bastantes meses de los terrenos de juego. Digné, Delph y otros jugadores del Everton intentaron consolar a Gomes, pero sus caras reflejaban claramente que poco podían hacer.
La imagen de Gomes en el suelo fue la fotografía más llamativa de un partido cuyo resultado se vio eclipsado por la desgracia del portugués. El Tottenham y sobre todo Pochettino necesitaban una victoria contundente ante el Everton para espantar la crisis de resultados que vive el conjunto londinenses en este inicio de temporada. Todo parecía ir bien con el gol de Dele Alli, que culminó con la derecha una contra bien dirigida por Son, pero tras la lesión de Gomes y la expulsión posterior del coreano, los toffees encerraron a los spurs en su área y el minuto 97, Tosun vengó a su compañero caído con un gol que desató la locura en Goodison Park.
Empate