El Valencia tira de pico y pala pero gana por calidad
Semana fantástica en Mestalla
Su gol es un reflejo de su poderío físico en carrera y su talento. Por la escuadra.
Llegó tarde a la presión sobre Parejo y lo que tocó fue la pierna del capitán.
Daniel ‘todoterreno’ Wass y Ferran Torres, que está de dulce, certificaron la semana fantástica de Celades. Tres partidos, tres victorias. El Valencia echó mano de pico, pala y calidad para doblegar a un Granada que sólo en el tramo final se acordó de Cillessen. Tercera derrota consecutiva de los de Diego Martínez, que desde que tocaran el cielo del liderato no han vuelto a sumar ni un punto. El Valencia, que vivirá con inusitada paz y tranquilidad el parón de selecciones, se sobrepuso a cuántas adversidades le planteó el partido, que no fueron pocas. Amén de un Granada bien plantado, sendas lesiones de Kondogbia y Rodrigo y dos goles, uno de Parejo (56’) y otro de Gameiro (95’), anulados (bien) por el VAR.
La tarde fue de pizarra y mono de faena. Con un Valencia con personalidad y un Granada con identidad, aunque sólo a la hora de defender. Diego Martínez quiso llevar el partido a donde les interesaba a los suyos. Pocos espacios y ocasiones a cuentagotas. Durante muchas fases la jugada le salió perfecta. Pero los de Celades dieron síntomas en todo momento de querer, realizando quizás su partido más completo. Con portería a cero nueve partidos después.
Táctica y lesiones al margen (el Valencia se lo tiene que hacer mirar, suma nueve musculares con Celades), el VAR tuvo su cuota de protagonismo. Mestalla se tomó a mal la decisión de Estrada Fernández de anular el gol de Parejo. Pero la actuación del colegiado fue de manual. Maxi Gómez, en fuera de juego, hacía de pantalla entre el balón y Rui Silva.
Esa acción, no obstante, le sirvió al Valencia para creer que el molde del Granada lo podía volver a romper. Y fue Wass el que lo logró. Su gol, tras revisarlo el VAR con escuadra y cartabón por la posición de Maxi, sí tuvo validez. Sólo entonces se acercó el Granada a la puerta de Cillessen. Diego Martínez llamó a arrebato y los suyos se fueron de perdidos al río. Y allí se ahogaron. Ferran, de excelsa carrera y mejor remate, firmó el 2-0. Golazo.