Mantovani como torniquete defensivo
Sin el central argentino, cinco derrotas y 10 goles encajados
Centrando el argumentario en el cacareado objetivo de la permanencia, tampoco es que la temporada de Las Palmas, hasta la fecha, sea del todo mala. Llegó a ocupar posiciones de playoff, estuvo a la misma distancia de los puestos de honor que del infierno y ahora le separan cuatro puntos del descenso. La meta, de momento, está conseguida. Sin embargo, la deriva del equipo trae en un sinvivir a Pepe Mel. “Fuimos incapaces de hacer nada coherente para empatar”, dijo tras la derrota contra el Mirandés. Pasa la UD por ser un equipo deprimido, acaso sin timonel tras la lesión de Viera, falto de intensidad sin el nervio de Pedri, siempre destemplado sin importar escenario ni rival. Tampoco muestra agallas en defensa, donde reside su principal sangría. Desde que se lesionara Mantovani ante el Cádiz, suma cuatro derrotas en cinco partidos, contando la del Carranza, y 10 goles en contra, incluido el segundo en la Tacita de Plata con el argentino ya en la enfermería.
El regreso de Mantovani, convocado pero sin minutos en Anduva, es un alivio para Pepe Mel. Hasta su dolencia, era indiscutible para el entrenador: sin mediar los partidos ausente (Fuenlabrada, Zaragoza, Alcorcón y Mirandés), acumula 10 duelos y 854 minutos de juego.
Problemas La debilidad defensiva de Las Palmas se ha multiplicado sin él