Kanter, un apellido ‘maldito’ en Turquía
Kerem, pívot del Joventut y hermano de Enes, no viaja por temor a represalias
El jugador turco del Joventut de Badalona Kerem Kanter (2,09 m y 24 años) no ha viajado a Estambul con el resto del equipo por motivos de seguridad personal. Teme represalias políticas del gobierno turco. La Penya se mide hoy (18:15, Dazn) al Darussafaka en la octava jornada de la Eurocup.
El jugador ha escrito en Twitter: “No viajaré. Pido disculpas a los aficionados al baloncesto en Turquía que querían verme jugar en mi ciudad natal. Solo deseo buena suerte a mi equipo”. Aunque no se ha manifestado públicamente sobre el régimen de Recep Tayyip Erdogan, su hermano mayor Enes, actualmente en la NBA, en los Boston Celtics, es un abierto opositor al actual gobierno turco.
Después del intento de golpe de estado del 15 de julio de 2016, en el que Erdogan culpó al clérigo Fethullah Gülen, líder del Movimiento Hizmet, como instigador del mismo desde su exilio en EE UU, algo que negó el propio religioso. La represión en Turquía alcanzó de lleno al doctor Mehmet Kanter, padre de los jugadores, profesor universitario y uno de los 20.000 docentes destituidos por el gobierno. Fue detenido durante cinco días y se le añadió la prohibición de viajar, lo que le impidió salir del país. Posteriormente, se le acusó de terrorismo y en junio pasado se le condenó a una pena de 15 años de cárcel.
El NBA Enes Kanter, de 27 años y musulmán practicante, recibió educación secundaria en las escuelas de Hizmet en Turquía y volvió a conectar con los voluntarios del movimiento cuando llegó a EE UU. Su apoyo a Gülen y las críticas al gobierno han hecho que se le considere un terrorista. Así, en mayo de 2017 fue retenido en un aeropuerto rumano y s e le prohibió la entrada al país. En diciembre de ese año se le intentó encarcelar durante al menos cuatro años por insultar a Erdogan. Y a principios de 2019, el fiscal público de Estambul solicitó que se emitiera una orden de extradición acusándolo de ser miembro de una “organización terrorista armada”.
El pasado enero, Enes, entonces en los Knicks, decidió no viajar a Londres. Temía que su vida pudiera correr peligro y tampoco lo hizo a Toronto con los Blazers en marzo por la misma razón. “Es muy triste que todo esto afecte a mi carrera, pero por un maniaco, por un dictador, ni siquiera puedo salir y hacer mi trabajo”. Le respondió Hedo Turkoglu, exjugador de la Federación Turca, quien calificó la actitud de Kanter como “delirante e irracional”. Kanter contestó llamándole “el perro faldero de Erdogan”. Y cree que su oposición al régimen es un asunto por el que vale la pena luchar: “Es más grande que la NBA y el baloncesto. Tiene que ver con la vida de las personas que están en Turquía y es mucho más importante que mi propia carrera”.