Medvedev y Rublev se exprimen ante la baja de Daniil Medvedev

Rafa Nadal no falla en la Davis. Ni en la vieja ni en la nueva. Ni en tierra ni en una pista dura indoor como la de las finales de la Caja Mágica. El número uno del mundo igualó la eliminatoria con Rusia al derrotar a Karen Khachanov por 6-3 y 7-6 (9/7), su 23 victoria seguida en la competición por países. No podía tropezar ante el ruso porque antes lo había hecho Roberto Bautista con Andrey Rublev por 6-3, 3-6 y 6-7 (0/7).

No quedaba margen de error. Al cierre de esta edición, faltaba por disputarse el dobles para decantar la balanza hacia Rusia, que ganó a Croacia el lunes por 3-0, o hacia España. Lo iban a disputar los mismos Rublev y Medvedev, en su maratón particular por la baja tardía de Daniil Medvedev, contra Feliciano López y Marcel Granollers.

Si alguien se inflama en la Davis, ese es Nadal. Se metió a calentar en el partido del castellonense y, cuando vio que venían mal dadas, salió detrás del banquillo a darle instrucciones. El Gran Capitán es él. Ante la mirada de Gerard Piqué, el capo de la nueva competición, y el aliento de una pista llena, se dispuso a poner las cosas en su sitio. Le avalaba el 6-0 en el cara a cara previo con el moscovita afincado en Barcelona de 23 años. Pero no iba a ser fácil. El 17º del mundo vendió cara su piel. En el primer set, variando alturas y jugando con el revés cortado,

Maratón

Nadal se procuró un break para 3-1 y lo mantuvo.

En el segundo, Khachanov, un armario de casi dos metros, se mostró impasible. Tranquilo, como si la presión le resbalara, consiguió llevar el partido a su terreno. Peloteos largos, golpes fulgurantes, seguridad con el servicio por parte de los dos... Se precipitó el tie-break.