De no haber sido nadadora habría intentado algo en el baloncesto"
—Sí, me gustaría. Aunque tengo todavía mucho tiempo para intentarlo. Estaría bien.
—¿Qué otras nadadoras podemos destacar de cara al futuro?
—Paula Yuste, que es del 2003 y nadó conmigo el Mundial e hizo muy buen tiempo y bajó dos o tres segundos del Europeo al Mundial. Ella es más de nadar crol que braza.
—Nació en Las Palmas, se ha criado en Huelva, se entrena en Málaga y tiene familia en Madrid…
—Me considero más onubense. En Las Palmas solo estuve hasta que tuve un año y medio.
—¿Cómo se compatibilizan las horas de entrenamientos con los estudios?
—Por el momento en segundo de Bachillerato lo estoy compaginando bastante bien. Me están dando ahora las notas finales del trimestre. Las medias podían ser mejores si no faltara tanto. No estoy suspendiendo ninguna asignatura y tengo una media de siete u ocho.
—¿Cuántas horas se entrena al día?
—Una hora y 45 minutos por la mañana. Por la tarde entre dos y dos horas y media de agua y una hora de gimnasio.
—Mucho sacrificio.
—Cuando vas acumulando semanas cuesta trabajo ver si merece o no la pena. Pero después, cuando llegas a los campeonatos importantes, te sale bien y cumples con los objetivos te das cuenta de que sí merece la pena.
—Hace cinco años, en una entrevista que concedió en una televisión de Huelva, hablaba de sus duelos con una
nadadora a la que se refiere como ‘mi rival’ y que sus madres incluso eran amigas. —Es una chica que se llama Celia Tarifa. Ahora está en el Navial de Córdoba. La rivalidad ha pasado a amistad. Me llevo muy bien con ella. ¡Nos picábamos!
—Antes le gustaba hacer travesías.
—Me gustaba más antes cuando tenía tiempo. Ahora hace unos veranos que no hago travesías porque cuando acabo la temporada las travesías se han acabado.
—Le gusta el baloncesto.
—De los deportes que hacíamos en el colegio era el que más me gustaba. De no haber sido nadadora habría intentado hacer algo en baloncesto.
—¿Cuándo se dio cuenta de que podía triunfar con la natación?
—Me di cuenta de que podía dedicarme de manera más profesional cuando me metí en el Centro (de Tecnificación de Natación de la Federación Andaluza) hace dos años y medio. Fue como un antes y un después porque empecé a ir con la selección española.
—¿Hasta dónde puede llegar en su carrera?
—No lo sé. Por el momento vamos a intentar ir a los Juegos Olímpicos. Podré llegar hasta donde esté dispuesta a sacrificarme para poder conseguirlo.
—¿Qué le aporta su entrenador, Xavi Casademont?
—Mucha experiencia porque cuando entré en el Centro no sabía de nada sobre gimnasio, concentraciones o métodos de entrenamiento, nunca fui a ninguna. Me ha aportado todo.