“Que me llamen el Nadal del pádel es un exceso”
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Acabará la temporada como número uno mundial. ¿Cuánto le ha costado? —Tengo 30 años y lo llevo peleando toda mi vida, desde que empecé a jugar. En realidad, lo he estado rondando en los últimos cuatro años, cuando empecé con Sanyo Gutiérrez de pareja. Y hace dos lo tuve muy cerca también.
—Decía Sanyo que no le gustaría estar en su piel por la presión que debía soportar como español contra el poder argentino.
—La afición española es como es, para lo bueno y para lo malo. Quería que yo subiese al primer puesto, y cuando todo iba rodando pues llegaban los parabienes; pero cuando perdía llegaban las críticas a degüello. Así somos.
—Ya ganó un Máster Final con Sanyo, cuando eran la segunda mejor pareja del mundo.
—Juan Lebrón y yo, pase lo que pase en el Máster Final de Barcelona vamos a terminar el año como los números uno. Pero eso no significa que esté completa la temporada. Queremos un final de campaña a lo grande, y si es ganando en el Sant Jordi, mejor.
—La suya fue una pareja por sorpresa: dos grandes jugadores de revés con la readaptación de Lebrón al drive.
—Fue muy pensado. Sopesamos qué era lo mejor para la pareja, cómo podíamos sacar mayor partido. Y como él tiene un potencial físico impresionante, cambió la posición.
—Han impuesto la moda de intercambiar el lado de la pista en algunos momentos.
El sevillano (30 años) ha terminado con el reinado argentino. Con Lebrón, es el nuevo número uno.
—No sé si antes se hacía, pero desde luego en los últimos años no. Lo hacemos para sorprender a los rivales, y creo que estamos marcando tendencia.
—¿Le halaga que llamen el Rafa Nadal del pádel?
—El sólo hecho de compararme con Nadal ya es un exceso. Rafa es uno de los mejores deportistas del mundo, y posiblemente el mejor español de la historia. Le admiro tanto que no admito esa comparación; estoy muy lejos, en todo, de él.
A lo sumo podré ser un pionero español de mi deporte, un Manolo Santana”
—¿Entonces qué comparación admite?
—Si es con un tenista sería con Manolo Santana, porque él fue un pionero que abrió el camino a los siguientes españoles. A lo mejor yo no seré el que más torneos gane, ni el que más tiempo consiga ser el número uno, pero al menos siempre podré decir que luché contra el dominio hegemónico de los jugadores argentinos.
—En Argentina, este año, sufrió a su público.
—Es una afición apasionada, pero lo único que nos disgustó fue el no saber manejar la situación. Habíamos llegado a todas las finales hasta entonces, y no encontramos la respuesta a aquel ambiente.
—¿Por qué cambia de pareja para la próxima temporada?
—Cuando acabe el Máster hablaré con Juan Lebrón a ver qué queremos para el año que viene. En este momento no tenemos nada decidido para 2020, al menos yo.