Los papeles de Bettoni, segundo de Zizou, y Kroos son clave
con cinco medios (Casemiro, Valverde, Kroos, Isco y Modric) que borraron al Valencia (3-1) con tres goles... de centrocampistas.
Otra de las claves la dejó una de las imágenes del Valladolid-Madrid: Nacho abrazándose con su entrenador tras marcar en Pucela. “No iba a subir a rematar, pero Zizou me dijo que lo hiciera”, reveló el central. Después, su frase fue aún más significativa: “Estoy teniendo menos minutos que en años anteriores, pero si tengo que apostar por alguien, es por el míster”. Y es que el francés hace que todos se suban al barco, mantiene la ilusión de los que menos juegan (Brahim) e incluso ha sabido torear la difícil cuestión de Bale, un futbolista incomprensible. Sin el poder del gran fichaje del verano, Hazard, por las lesiones, el marsellés exprime a su plantilla para encontrar goles: “Todos pueden marcar diferencias”.
Tampoco hay que despreciar la estrategia. Bettoni, el segundo de Zidane, está sacando partido al balón parado, con el toque excepcional de Kroos jugando una baza fundamental.
El resultado de todo lo anterior es que Zidane ha pasado de cuestionado a más reforzado que nunca. Entre septiembre y octubre, con el 3-0 en París y el 1-0 en Mallorca, hubo de convivir con el fantasma de un posible regreso de Mourinho, por entonces en paro. Ramos en Estambul, en la previa del 0-1 al Galatasaray que supuso un punto de inflexión, fue tajante al respecto: “La vara de medir es diferente de unas personas a otras... Estamos a muerte con Zizou”. De aquellas dificultades, al éxtasis en Yeda. “Zidane es una bendición del cielo”, celebró Florentino Pérez. Este Madrid afronta un mes vital... en su mejor momento.
Estrategia