Grave para un deportista
Hace unos días varios medios de comunicación aireaban la magnífica recuperación de Dembélé en las instalaciones del Hospital Aspetar de Doha, en Qatar. Que venía como un cohete y pletórico de fuerza, dispuesto a deslumbrar de nuevo sobre el terreno de juego. Pues bien, esa ilusión y ensoñación, han durado escasamente 48 horas. El jugador ha vuelto de nuevo a romperse y esta vez, de una lesión también importante, una “rotura completa del tendón proximal del bíceps femoral del muslo derecho”. No es una lesión grave desde el punto de vista de la salud, pero sí es una lesión grave para un deportista, ya que le puede tener alejado de los terrenos de juego por un periodo largo de dos a tres meses en el mejor de los escenarios.
Antiguamente, estas lesiones las afrontábamos siempre con tratamiento conservador y muchas sesiones de fisioterapia. Sin embargo, en la actualidad, la cirugía mínimamente invasiva se impone en la mayoría de los casos, juntamente con la aplicación de factores de crecimiento, con el objetivo de acortar los tiempos de recuperación. Esperemos que, en esta ocasión, el sentido común impere en todas las partes implicadas y se olviden de la parafernalia de llevar al jugador al centro de Doha cuando España está en el nivel más alto de la medicina deportiva mundial.