Soldado liquida al ca
El Granada alcanza 51 años años después y por cuarta vez las semifinales de Copa. Un penalti señalado por el VAR tumba al Valencia
En Los Cármenes, muy cerquita de La Alhambra, se vivió un partido monumental. De pasión, sin respiro y con historia, la que escribió el Granada, que estará por cuarta vez en semifinales tras 51 años sin asomarse a ellas. También fue un partido del fútbol moderno, el del VAR, que anuló un gol por medio pie en fuera de juego de Rodrigo y avisó a González González de unas manos en el área de Jaume Costa cuando nadie las había visto. Fue Roberto Soldado quien lo ejecutó en el 93’, firmando un doblete que le hace leyenda y liquidando al vigente campeón, un Valencia que defendió su trono con uñas y honor.
Granada y Valencia ofrecieron una oda a la Copa del Rey, un espectáculo digno de coleccionista. Rubiales tiene que grabárselo en un pen y con ese vídeo, más las gestas de la Cultural y Mirandés, puede presumir por el mundo de su cambio de formato. La Copa a vida o muerte no es lugar para cobardes y Diego Martínez y Albert Celades salieron con todo, porque sabían que era gloria o a casa, y ninguno de sus futbolistas se guardó gota de sudor.
Solo antes del descanso 22 remates a portería y 15 ocasiones a cual más clara, con dos remates al palo de Foulquier y Yangel y el gol anulado a Rodrigo. Soldado pegó primero y rápido, a los dos minutos. Quien pensara que a sus 34 años llegó a Granada para esquiar en Sierra Nevada es que no le conoce. Pero Rodrigo respondió después, en el 39’, constatando que el ruido que se generó por el interés del Barcelona, por un oído le entró y por otro le salió. Pero es que más allá de los goles, pasó de todo y casi siempre en las áreas. El ritmo fue tan frenético que hasta quien lo viera desde casa lo haría en tensión.
Prácticamente en la primera mitad no hubo minuto sin que alguien pisara una de las áreas, y siempre que cualquiera de los dos contrincantes llegaba, había remate a puerta. Ahí radicó la grandeza del partido, en que el Granada mordía como se tiene que hacer cuando tu gente te jalea como lo hizo Los Cármenes. Pero es que el Valencia ni se arrugó ni por su fútbol mereció castigó.
El paso por el vestuario frenó el correcalles pero no la intensidad. El partido se volvió más táctico y ahí el Valencia se mimetizó mejor. Las llegadas eran menos frecuentes pero más en el área del Granada. Pero Aarón se hizo grande ante Ferran y Diego Martínez movió a la perfección sus fichas. La salida de Machis oxigenó a su defensa. Jaume empezó de nuevo a verles venir y a tener que intervenir. Mucho y bien. Y cuando parecía que el Granada disputaría su cuarta prórroga en esta Copa, llegó el penalti, la leyenda de Soldado y lo que jugará es su cuarta semifinal.