Su regreso se produce según lo previsto, ni antes ni después
Eran las once de la mañana y el nombre de Diego Costa no dejaba de escalar en el trending topic de Twitter en España. Miles de tuit en minutos. Había razón: 76 días después de pasar por el quirófano para operarse de una hernia discal-cervical, el hispanobrasileño había regresado a los entrenamientos con el resto del grupo en el Atlético. A dos semanas de la ida de los octavos de la Champions ante el Liverpool, el partido marcado en rojo y subrayado en negrita doble en el calendario del Cholo, de la directiva rojiblanca y de todos los jugadores. Sin Copa del Rey, sin Supercopa, sextos en Liga, la temporada pasa por esa eliminatoria.
Su regreso no es ni antes ni después de lo previsto. Es justo. La planificación que en el club rojiblanco tenían. Hasta ahora, desde que sufriera esa lesión, Costa se había entrenado dos días con los demás. Pero sólo eso, ratos alternos, sin continuidad. Su vuelta al grupo es la mejor noticia entre tantas lesiones. Y eso que este Costa no es el Costa de antes del Chelsea, con 14 goles y 12 asistencias en 59 partidos desde que se enfundara la rojiblanca de nuevo, en 2018. Dos goles en 15 partidos llevaba antes de esta lesión. Pero es Costa. Y sólo su nombre intimida. Costa El Animal. Costa La Bestia. Costa a secas.
La temporada pasada, casi un calco de ésta con respecto al de Lagarto, fue la carta del Cholo en la ida de octavos de la Champions ante, el entonces, también rival más fuerte, la Juve de Cristiano. Su presencia en el once tras pasar por el quirófano para extraerse un viejo tornillo que había comenzado a molestar en el pie, volcó el partido a favor de los rojiblancos, que ganaron 2-0. Su falta en Turín se notó, 3-0. Eliminado. Pero Costa está de vuelta. Ayer en el Cerro ya se notaba. Más bromas, más piques y una intención: repetir la historia el día 18 ante el Liverpool de Klopp.
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