La guerra de los 1.000 caballos
Mercedes prepara “mejoras globales” para esta temporada y Ferrari amenaza con un rediseño de su motor, que fue tan poderoso como polémico. Los márgenes, estrechos
SUna era Mercedes ha ganado el 72% de las carreras híbridas
e hablará de presentaciones la próxima semana, pero la batalla tecnológica permanece oculta bajo el carenado. 2020 trae otra temporada crucial para los motores y como su reglamento no se modifica en 2021, todos los progresos sumarán en el futuro. Mercedes y Ferrari lideran esa guerra, lo difícil es saber en qué orden.
El motor alemán ha sido el dominador de la era híbrida (seis títulos y un 72% de victorias desde 2014). Pero desde hace dos cursos, y enfatizando en 2019, Ferrari ha cruzado líneas rojas de rendimiento. Hallaron “una enorme ventaja en recta” visible a través del GPS, subrayaba Wolff, gracias a un exagerado modo fiesta, como se denomina coloquialmente a la máxima potencia a una vuelta.
Un salto de prestaciones tan grande sobre una reglamentación madura levantó sospechas hasta que se empezó a señalar con el dedo con sucesivas investigaciones de la FIA, que no han encontrado ilegalidades, pero sí las han acotado. Y ahora, en invierno, le toca mover a Mercedes: según las informaciones de este medio, no está en el plan lanzarse a explorar la arquitectura del motor Ferrari, con una doble batería que difiere de su diseño, porque su actual unidad ya es casi perfecta. De todas formas, el responsable de unidades de potencia, Cowell, confirma “mejoras globales, en el sistema de recuperación de energía y también en el motor de combustión” con “pellizcos de prestaciones”entre algunos “pequeños problemas”. No es un secreto que para una escudería que domina cada flanco de la F1, incluido el político, el único dolor de cabeza reciente lo provocó el motor de Ferrari.
Los italianos, por cierto, amenazan con un rediseño: han encontrado “mucho margen de mejora”, dice Binotto. ¿Qué se puede esperar? Ferrari es toda una incógnita. Según una fuente con acceso a esta clase de informes, “su velocidad punta cambió enormemente desde Austin”, coincidiendo con la directiva de la FIA que prohibía alteraciones repentinas en el flujo de la gasolina. No obstante, aunque hubieran perdido potencia por esa causa, no presentarán un motor vulgar en
2020. ¿Y Mercedes? Quienes conocen de verdad su propulsor deslizan que hay mucho por extraer aún, que apenas se le ha exigido en situaciones límite. Hamilton suele suplicar “más potencia” en las carreras porque existe. Y en plena guerra, ambos siguen superando, cada vez con más margen, la frontera de los 1.000 caballos.
Ferrari La FIA ha investigado y acotado a través de directivas