Maceda, un partido y para casa

■ Antonio Maceda, central del Real Madrid, había sido operado del menisco de su rodilla derecha el 11 de marzo y disputó con su club los últimos partidos de la temporada. Aparentemente estaba recuperado y fue incluido en la lista definitiva para el Mundial. La realidad resultó ser bien distinta. Según se supo ya en tierras mexicanas, el jugador llegó con una atrofia en el cuádriceps de la pierna operada y, además, en un entrenamiento tuvo un choque con Calderé, que le produjo un fuerte derrame en la misma rodilla. Hasta tres veces hubo que sacarle líquido antes de decidir que podía jugar en el debut contra Brasil. Disputó el partido completo pero al final su rodilla acabó completamente hinchada y el futbolista se quejaba de fuertes dolores. La presencia en directo del presidente blanco, Ramón Mendoza, propició roces con los médicos de la Selección y finalmente se decidió que el jugador regresara a España cuanto antes para ponerse en manos de los galenos del club. Estos echaban en cara a sus colegas que el futbolista había salido en perfectas condiciones de Madrid y de no informarles de las tres extracciones realizadas en la rodilla maltrecha. Maceda reconoció que había forzado. “El afán y las ganas que tenía por jugar el Mundial eran grandes. Me operé, forcé la rodilla y jugué partidos incluso en malas condiciones para estar aquí. Lógicamente, ahora me entristece dejarlo todo". Se vivieron momentos muy tensos. Antonio llegó a declarar que no volvería a jugar en la Selección, aunque luego echó marcha atrás. El caso es que Muñoz se quedó sin un jugador que no tenía un reemplazo natural. Nada más volver a casa se le realizó una artroscopia en la rodilla lesionada.