AS (Las Palmas)

Una noche de locura

Campazzo iguala con 19 asistencia­s el récord de la Euroliga El Madrid bate la marca de un primer cuarto: 41 puntos

- RICARDO GONZÁLEZ

olo con un rival como el Alba de Aíto, que no especula jamás, y solo con un Madrid como el actual, en momento valle y algo tocado en lo emocional pero que conserva el talento, se puede asistir a un partido como el de ayer en Berlín. Un duelo de locura, pura enajenació­n en la que salieron triunfador­es los blancos elevándose por encima de los 100 puntos por quinta vez esta campaña y estirando la incertidum­bre hasta el final. Un desenlace en el que ya no estuvo Campazzo, que había sido eliminado por cinco faltas en el minuto 38 después de dar 19 asistencia­s. Una marca con la que iguala el récord histórico de la Euroliga, que desde ahora comparte con Stefan Jovic.

De inicio, el Madrid alternó defensas y una zona con Tavares en el centro le lanzó a la carrera. Culminaba transicion­es a triplazo limpio, hasta 8 dianas de 9 intentos en el acto inicial (y 7 de 8 de dos) para ¡41 puntos! El récord de siempre en la competició­n en un primer cuarto, con el que empata también su mejor registro en cualquiera de los periodos, esos 41 tantos que ya había alcanzado un par de veces. Un show de velocidad y acierto con el Facu al mando. Y con Randolph, que anotaba entonces 19 de sus 27 puntos, y Carroll, 11 de sus 27, desencaden­ados. Taylor completaba una labor suprema atrás.

Al cruce con el minuto 7 y 45 segundos, Campazzo llevaba ya 11 asistencia­s y el Real vencía por un galáctico 16-39. Un +23 que al descanso, en menos de lo que dura un cuarto NBA, se había transforma­do en un 60-50 para el Alba. Y 62-50 para abrir el tercer acto tras un parcial no recordado en la era Laso de 46-11 en contra. Había que verlo para creerlo. ¿El peor cuarto de siempre del Madrid? Los números dicen que sí (35-9), que nunca había perdido por 26 de diferencia en 10 minutos, ni en Europa ni en la ACB.

Y cuando parecía abatido, casi roto, otra vez la agonía porque nunca para de luchar. El quinteto de salida lo levantó. Lo hizo Tavares con su intimidaci­ón, a él se agarró el bloque con Campazzo al timón y Carroll y Randolph volando en una nueva racha tan estratosfé­rica como las anteriores: 3-27 para el Madrid en 8:30. Mucho se ha hablado de los vaivenes del juego blanco, del parque de atraccione­s y de la montaña rusa, pero lo visto ayer quedará en el recuerdo por tocar el cielo y casi quemarse a la vez en el infierno, un segundo cuarto en el que Llull se hundió empujado por la ansiedad. Tantas ganas de hacerlo bien le llevaban a hacerlo aún peor (se rehízo en el último). Muy mal Thompkins.

A seis minutos de la bocina (79-94) todo parecía resuelto con una visión clásica, que no era la buena para interpreta­r este duelo. Mattisseck y Thiemann se empeñaron en aportar su mirada y echarle un capote al mejor, a Giedraitis, y los de Laso colaboraro­n con otra sucesión de decisiones mejorables. El margen, sin embargo, bastó para que el Real abrazara la victoria con 103 tantos en un espectácul­o pocas veces visto.

 ??  ?? Campazzo supera en esta jugada a su defensor, Hermannsso­n. El base argentino igualó el récord de la Euroliga con 19 asistencia­s.
Campazzo supera en esta jugada a su defensor, Hermannsso­n. El base argentino igualó el récord de la Euroliga con 19 asistencia­s.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain