Sandro y Guardiola hunden a un Espanyol muy decaído
La expulsión de David López en el minuto 24 marcó el partido
En un partido con pocas ocasiones claras, el Real Valladolid se llevó la victoria ante el Espanyol (2-1) porque dominó el esférico y generó más ocasiones, casi todas, ya que el equipo de Abelardo, que jugó 66 minutos con uno menos, dio una imagen muy pobre, apenas se acercó a la portería contraria y sólo pudo marcar tras un penalti en el que la sala VOR avisó a Prieto Iglesias.
Y es que en el encuentro del miedo a perder, los blanquiazules salieron muy cerca de Diego López, tratando de forzar un error pucelano para salir a la contra. El peligro local llegaba sólo en balones lejanos que no preocupaban al meta españolista. En la portería contraria, Masip apenas participó. Sólo Calleri en una jugada extraña, en la que sí estaba habilitado, cabeceó muy flojito. Y es que el conjunto de Abelardo dio otro paso atrás con la expulsión de David López, por doble amarilla, en el minuto 24, mientras que los pucelanos movían el balón de lado a lado, pero sin verticalidad.
En la segunda parte, el Real Valladolid salió con una marcha más, lo que le acercaba a la portería contraria, pero también abría la vía para que el Espanyol llegara. La entrada de Sandro y de Hervías dio otro ritmo a los locales. El canario, que no marcaba en Liga desde el 3 de noviembre, salió enchufado. El Valladolid acumulaba jugadores por delante del balón, creaba un caos premeditado en el que Carnero dejó su banda, se metió hacia dentro y chutó fuerte en un lanzamiento que Diego López despejó, pero Sandro remachó. Después Unal se coló por la derecha, se enfrentó a Diego López y éste le derribó, pero el balón le llegó a Guardiola para empujarlo a portería y hacer el 2-0. Supuestamente era la sentenciar, pero Embarba puso algo de emoción con un gol en el descuento, al transformar un penalti.