AS (Las Palmas)

Morata se rompe

El delantero, que jugó con molestias, baja un mes

- PATRICIA CAZÓN /

Dos días después del partido en Anfield, Morata apenas podía ni andar. Las pruebas en Madrid han confirmado lo que se temía en Anfield: el delantero ha terminado rompiéndos­e. Morata sufre una lesión muscular en los isquiotibi­ales, como adelantó la Cope ayer a mediodía y ha confirmado AS, a falta del anuncio oficial del club a través de un parte médico en su página y twitter oficial. Estará de baja entre cinco y seis semanas.

Es la segunda lesión muscular que el delantero sufre en mes y medio, aunque las dos podrían estar relacionad­as, por fatiga muscular (aunque una, aquella, fuese en el gemelo y ésta en el isquiotibi­al) ya que el ‘9’ rojiblanco se rompió en el derbi ante el Real Madrid el pasado 2 de febrero y forzó para regresar, estar listo para la ida ante el Liverpool de octavos de final, el 18 de febrero. Es decir, forzar de tal manera que, en tan sólo 16 días, estaba de vuelta, un plazo ajustadísi­mo.

De hecho, durante esa lesión muscular en el gemelo solamente se perdió un partido, el de Liga ante el Granada. El siguiente, el Valencia-Atlético, en el que disputó 24 minutos, le sirvió como rodaje. Ante el Liverpool fue titular.

Pero sin la chispa y la fortaleza física habitual, como conteniénd­ose, sin tirar desmarques al espacio. El pasado fin de semana, ante el Sevilla, fue cambiado en el minuto 68, yéndose hacia el banquillo entre gestos contrariad­os. Y no por el cambio en sí sino por sus sensacione­s. Un golpe, algo en la pierna, un pellizco, molestias. El lunes, dos días antes del Anfield, no estaba con el grupo.

Morata se ejercitó aparte, por esas molestias, pero después viajó a Liverpool (el Cholo citó a todos sus hombres) y era uno de los 18 elegidos para el partido, aunque no titular, sí en el banquillo, a pesar de esas molestias que seguía arrastrand­o. Al final de la primera parte de la prórroga entró por João Félix y en el primer sprint, zas, el pellizco, un mordisco, lesión. Aún así, siguió jugando, no había más cambios, sumarle a la heroica ante el Liverpool: el Atlético, ya clasificad­o para cuartos por el doblete de Llorente, ganaba al vigente campeón de Europa con el gol del cojo. Lo hacía Morata, aunque dos días después no pudiera ni caminar. Es la lesión número 27 del Atlético esta temporada, la 19ª muscular.

Plaga La del ‘9’ es la lesión número 27 del Atleti en esta temporada

Estaba seguro de que la táctica del Cholo iba a funcionar: aguantad los arreones

Todo empezó hace unas ocho semanas cuando caí en la cuenta de que en marzo de 2020 jugaba el Atleti en Liverpool y de que en abril de 2020 se cumplían 50 años del anuncio de McCartney: los Beatles se separan. Así que empecé a pensar en ambos acontecimi­entos como si fueran uno solo. Tenía que estar en Liverpool esos días como fuera. La preparació­n del viaje me tuvo en vilo muchos días por problemas de infraestru­ctura y de coronaviru­s. Todavía no entiendo como un país tan supuestame­nte sensato como el Reino Unido haya dejado entrar a 3.000 personas, en su mayoría procedente­s de Madrid, en su territorio, y especialme­nte en un espacio relativame­nte reducido como el infierno/cielo de Anfield. Al final viajé el 9 por la noche y pude dedicar el día 10 entero a recorrer los santos lugares de los Beatles. Paseé junto a John Lennon por Mendips, su hogar de niño donde aprendió a tocar la guitarra y a componer las canciones más bellas del mundo, y conocí de su mano también los jardines de Strawberry Field, para terminar la jornada emocionado y feliz en The Cavern, tomando cervezas junto a otros atléticos.

l día 11 fue eminenteme­nte futbolero. Llegar por la tarde a Anfield y ver ese ambiente traspasa a cualquiera, por más pecho frío que uno sea. Y yo no lo soy, soy más bien un blandito. Así que entrar en ese estadio después de haber paseado con Lennon tantas horas fue la culminació­n a dos días perfectos e inolvidabl­es de mi ajetreada y emocionant­e vida. Pero quedaba el partido, ¡ay, el partido!

EEl hombre de la fe intacta se sentó en su gélido asiento de ese gélido estadio y soltó un par de lagrimones escuchando You’ll never walk alone cantado por 50.000 almas inglesas. Hemos venido a este mundo a sufrir, pensaba el hombre de la fe intacta mientras rezaba a ‘San Jan Oblak’ cada minuto. Pero yo estaba seguro de que la táctica del Cholo iba a funcionar: aguantad los arreones, que nos iremos agigantand­o según pase el partido y al final seremos nosotros los que soltaremos la última carcajada y los que nunca caminaremo­s solos. Dicho y hecho. Ha nacido un ídolo de apellido Llorente. Horas más tarde hablaba con mi amigo Paco Gento, hijo de Gento, primo de Llorente, y le decía: “¿No estáis hartos de traer genios al mundo?”. Tengo que reconocer que siempre pensé que si nos eliminaban me quedaría un gran consuelo por haber paseado con Lennon por los santos lugares. Pero esta vez los Beatles, los fabulosos 4, the Fab Four, fueron John Lennon, Paul Oblak, George Llorente y Ringo Simeone.

 ??  ?? Morata choca las manos con Simeone al término del Liverpool-Atlético del miércoles en Anfield.
Morata choca las manos con Simeone al término del Liverpool-Atlético del miércoles en Anfield.
 ??  ?? Llorente celebra con Morata un gol al Liverpool.
Llorente celebra con Morata un gol al Liverpool.

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