La Villa está vendida, hay sedes temporales, hoteles reservados...

35.000 millones de euros en la cita (sumando infraestructuras), y el presupuesto de organización es de unos 12.000.

“La suspensión no está en la agenda”, descartó el COI en su comunicado. “A la luz del empeoramiento de la situación a nivel mundial, la Ejecutiva ha dado el primer paso en la planificación de los posibles escenarios”, dice la nota. Bach, además, envió una carta a los atletas en la que reconoce que “las vidas humanas tienen prioridad sobre todo”. “El COI, en cooperación con el Comité Organizador de Tokio 2020, las autoridades japonesas y el Gobierno Metropolitano de Tokio, iniciará conversaciones detalladas para completar una evaluación de la rápida evolución de la situación sanitaria mundial y sus repercusiones en los Juegos Olímpicos, incluida la hipótesis del aplazamiento”, señalan desde Lausana.

“Una serie de sedes críticas necesarias para los Juegos ya no podrían estar disponibles. Las situación, con millones de noches de hotel ya reservadas, es extremadamente difícil de manejar, y el calendario deportivo internacional para al menos 33 deportes olímpicos tendría que adaptarse”, advierte el

COI. Hay instalaciones temporales que se diseñaron con fecha de caducidad y, sobre todo, los apartamentos para los 11.000 deportistas en la Villa deberían se entregados a sus nuevos propietarios antes de final de año.

Problemas

Calendario El COI debe negociar con 33 federaciones otros escenarios

Thomas Bach pasó del “ni cancelar ni posponer Tokio está sobre la mesa” del pasado día 4 a admitir en una entrevista al New York Times que manejaban “diferentes escenarios”. La llama olímpica que debía ofrecer “luz al final del túnel” del COVID-19, tal y como el alemán profetizó en la ceremonia de encendido de la antorcha, es débil. Pero se resiste a apagarse.

La inmensa mayoría del deporte clama por no seguir con una cita que rompería con el fair play, con las necesarias condiciones de igualdad de oportunidades cuando la mitad de los deportistas del mundo permanecen recluidos en sus casas sin poder entrenarse y sólo hay un 57% de atletas clasificados mientras los Preolímpicos están sin fecha.