Gabriele Gravina
El presidente de la charla con sobre el devenir del fútbol italiano y europeo tras la propagación del coronavirus por todo el continente. Asegura que la Serie A no está lista para grandes innovaciones. —¿Cree que el fútbol europeo ha infravalorado lo que estaba ocurriendo en Italia?
—Quizás había que actuar de manera más rápida y coordinada, pero no sólo en el fútbol, todos los países europeos están involucrados de la misma manera. Nadie podía pensar que esto fuera un problema sólo de Italia, que está dos semanas por delante. Antes que nada, también del deporte, está la salud: estamos en sintonía con la RFEF, nosotros también pusimos a disposición de las autoridades el centro federal de Coverciano.
—¿En las últimas reuniones internacionales, cuál ha sido la propuesta que más le ha gustado?
—La que prevé soluciones compartidas. Todos los protagonistas del fútbol sufrirán pérdidas, y es impensable que sólo una parte cargue con ellas. Federaciones, ligas, clubes, futbolistas y, sobre todo, hinchas: sólo juntos podremos volver a empezar.
—¿Sigue viendo posible un regreso al verde en mayo?
—La situación sigue siendo crítica. En nombre del fútbol italiano, deseo enviarle un gran abrazo a toda España y a las federaciones que se están enfrentando con esta crisis, en momentos tan difíciles somos
Federación Italiana de Fútbol (FIGC), Gabriele Gravina, más que hermanos. Sin embargo, el deber de quien tiene responsabilidad en cada sector es estudiar y suponer un nuevo inicio. Hablamos de principios de mayo, pero sería bonito conseguirlo también a mitad del mes o incluso al final. Todo vale para que se vea el fin de esta pesadilla.
—Declaró que hay unidad de objetivos con el presidente Rubiales: ¿Italia y España pedirán terminar la temporada en julio?
—Es una opción que debemos tener en cuenta si no hay fechas disponibles para terminar todo antes del 30 de junio. Con Rubiales estamos en sintonía, queremos terminar lo que empezamos, supondría ver la luz al final del túnel de esta emergencia y ofrecerles a nuestros países un empujón emotivo para recuperar el sentido de una vida normal.
—¿Cómo se gestionarían los
contratos de futbolistas, clubes y patrocinadores que caducan el 30 de junio?
—Hay que aprobar derogaciones concertadas con FIFA y UEFA, aplazando el inicio de la nueva temporada. Quiero ser claro, esto se puede hacer sólo si todos estamos de acuerdo en un punto: jugar ayuda a restablecer la ilusión que hace del fútbol el deporte más seguido y amado en el mundo y nos permite limitar los daños.
—¿Debe cambiar el formato de las competiciones UEFA?
—Es algo que la
UEFA ya ha supuesto si se volviera a jugar muy tarde.
—¿Sería posible jugar todos los partidos que quedan a puerta cerrada?
—No podemos descartar esta opción, porque si las condiciones generales de salud mejoran, las aglomeraciones serían todavía desaconsejadas.
—¿Qué consecuencias tendría una suspensión definitiva?
—Sería devastador. En estos días, la FIGC está presentando un estudio al Gobierno con la cuantificación de los daños. Esperamos medidas importantes, en la cadena del fútbol hay involucradas decenas de miles de personas.
—En este caso, ¿que solución habría para títulos, puestos europeos y descensos?
—El objetivo sigue siendo reanudar las competiciones, pero estamos pensando en qué hacer si no fuera posible. Habría hablado de ‘congelar’ la clasificación con o sin asignar el título, o de utilizar playoff y playout. Tuve que comprobar que la Serie A no está lista para esta innovación, aunque fuera sólo para este año.
—¿Recortar los sueldos será una medida necesaria?
AS
Suspensión “Sería devastador, ya hemos informado al Gobierno de los daños”
Sin público “No se descarta jugar todos los partidos a puerta cerrada”
—El espíritu solidario también se aplica a esto. Es una emergencia histórica, nunca vivida desde la Segunda Guerra Mundial y la realidad exige medidas que respondan al objetivo principal: que el fútbol sobreviva. Espero una intervención europea también en este ámbito.
—En Italia hubo polémicas sobre la reanudación de los entrenamientos.
—Hay que cumplir las indicaciones de los médicos, hoy es imposible entrenarse: no podemos ni salir de casa. Habrá que volver a empezar todos juntos.
—¿Los jugadores italianos se someten al test también si son asintomáticos?
—Hay un protocolo y el fútbol debe respetarlo: los médicos deciden en autonomía. Un ejemplo que vivimos de cerca: la selección femenina lleva días en aislamiento y a nadie se le hizo el test, aunque piloto y azafatas del vuelo con el que regresaron de Portugal dieron positivo.
—¿Qué lección debe aprender el fútbol ante esta emergencia?
—Como la Unión Europea en la política, el fútbol de nuestro continente debe mirar a su desarrollo con unidad, compartiendo más sus objetivos, sin personalismos nacionales o de categoría.