“Hay que resetear y pensar ya en el 2021” Saúl Craviotto
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¿Cómo está viviendo el confinamiento?
—Como todos los españoles, como puedo. Se me pasan los días rápido porque con dos niñas pequeñas no paramos. Me ha marcado mi entrenador una rutina y hago abdominales, core... y en una pequeña terraza tengo un ergómetro (simulador de piragua) y algo puedo ir haciendo, aunque no tenga nada que ver con el agua.
—¿Por qué sentimientos y proceso mental ha pasado?
—Recuerdo lo que pensaba hace un mes y no tiene nada que ver con lo que pienso ahora. Y esta semana va a ser muy dura. Asusta mucho. Me preocupo por mis padres, mis suegros de ochenta años... Los Juegos quedan en un segundo plano.
—Ya sabe que serán en 2021. Y usted tendrá para entonces 36 años.
—Creo que es la decisión más sensata y correcta. En petit comité los deportistas ya pensábamos en ello y veíamos precipitado atrasarlos a noviembre. Ahora hay que centrarse en sobreponernos al virus y, como deportistas, resetear y cambiar el chip. Borrar la fecha que teníamos en la cabeza y centrarnos en el año próximo.
Policía Nacional “He comunicado al comisario que puedo volver a arrimar el hombro”
—¿Va a continuar, verdad?
—Sí, seguirán siendo mis cuartos Juegos, aunque no deja de ser un mazazo moral. Es un golpe duro que te quiten el sueño de un día para otro cuando llevas años preparándote, pero lo importante son las personas. Ya estoy extramotivado, más que nunca. Tokio cobra ahora aún más sentido para mí. Voy a afrontar la temporada más dura de mi carrera porque me voy a dejar el alma y la piel para seguir llevando la bandera (sería el abanderado de España, por mejor palmarés) y dar una alegría a mi país.
—¿Aguantó demasiado el Comité Olímpico Internacional?
—No me gustaría estar en el pellejo de ningún dirigente. Desde el sofá y por la tele todo parece más sencillo, pero supongo que la problemática es enorme: contratos, ver qué dice la OMS, Japón, los deportistas, las federaciones internacionales... Estamos ante una situación nueva para todos y no quiero juzgar a nadie.
—Usted tiene una doble vertiente: deportista y policía, que es su profesión. ¿Qué piensa desde esa perspectiva? Sus compañeros están jugándosela...
—Iba a tener los Juegos en pocos meses y por eso estaba liberado de servicio. Pero hace diez días le envié un mensaje al comisario principal de Gijón para comunicarle que contaran conmigo si no se celebraban, que puedo volver a la calle como uno más para arrimar el hombro.