“Quería retirarme antes de que el fútbol lo hiciera”
EIixabete Sarasola Nieto (San Sebastián, 12 de abril de 1991) se retira tras catorce años como profesional y después de haber vivido el fútbol en España, Estados Unidos y Holanda. Se ha hecho un nombre en los Países Bajos, donde ha jugado en los dos grandes: Ajax y PSV. Ahora quiere ayudar a profesionalizar el fútbol femenino en Holanda, aunque no descarta volver algún día a su
San Sebastián natal.
—Tras catorce años de profesional decide retirarse...
—No he tomado la decisión por la crisis, la decisión estaba tomada hace tiempo. Me fastidia bastante terminar así. Ojalá me hubiera retirado en el campo jugando el último partido. Es lo que hay, lo más importante ahora es la salud.
—Con 29 años...
—Llevo jugando al fútbol profesional desde los 16. Son muchos años tirándome, ser portero es pasar todo el día en el suelo y el cuerpo se resiente. Quería terminar con plenas condiciones físicas y no que el fútbol me retirase a mí.
—¿Se va con la espinita de no haber ganado la primera liga del PSV?
—Nos han dado el primer puesto, pero no hay campeón. Hubiera sido bonito terminar la temporada y ganar la liga. Es lo que hay. Nos han dado el pase a la
A los 29 años, cuelga los guantes dejando al PSV líder y clasificado para la Champions por primera vez.
Champions, que es la primera vez que el club lo consigue.
—Una carrera larga en la que ha pasado por tres países.
—Me fui con 18 años y he vivido experiencias muy bonitas. Disfruté mucho en Estados Unidos y luego en Holanda, donde he estado cinco años. Es casi mi casa.
—¿Cuál ha sido su mejor momento?
—La liga con el Barcelona. No me imaginaba que podría ganar una liga y ser futbolista profesional. Ganar una liga, como aquellas leonas que vi en San Mamés, es muy bonito. Aquel día lloré porque nunca me había imaginado que podría llegar hasta ahí, me marcó mucho.
—¿Y el peor?
—Cuando me rompí el pulgar en Estados Unidos. La temporada allí es muy corta. Fui, sobre todo, por poder jugar al fútbol y allí se me acabó la aventura.
—¿Cómo acabó en la portería?
—Porque me engañaron. De pequeña quería marcar goles. Con 13 años, en el Añorga, un día entrenando me puse a hacer el tonto en la portería y me vieron. Me iban poniendo a veces. Yo lo hacía mejor que la portera que teníamos y al final, en los partidos difíciles, me ponían a mí. Cuando di el salto al equipo senior, me lo dejaron muy claro. Si jugaba de portera, seguro que disputaría el Nacional; si no, me quedaría en el Regional. El caso es que acabó gustándome mucho.
Portera “A mí me engañaron, lo que me gustaba era marcar goles”