El Madrid no jugaría en Manchester ni el Barça en casa con el Nápoles
consultado y ha mostrado su disponibilidad. Se adaptará a lo que fije la UEFA. El Barça, aunque sea a puerta cerrada, prefiere recibir al Nápoles en el Camp Nou.
Según adelanta AS y tal y como ha confirmado este periódico en fuentes de máxima solvencia, los organizadores trabajan en la idea de un formato por eliminatoria directa que permita terminar la Champions entre el
8 y el 23 de agosto, con 11 partidos incluida la final. Quieren concentrarlos todos, también los de vuelta de octavos, en una sede única. Lisboa es la que está en ventaja porque ofrece mejores condiciones fiscales que sus competidoras, sucientes infraestructuras hoteleras, dos estadios cinco estrellas muy próximos y un buen control de la pandemia, lo más importante.
Pero el plan de la UEFA choca con varios inconvenientes. Aunque su argumento principal es que el ‘factor campo’ quedará anulado al jugarse a puerta cerrada, el Manchester City, el Barça, la Juventus y el Bayern insisten en jugar en sus respectivos estadios. Pero aún así, no lo tienen garantizado, porque la UEFA está en su derecho de cambiar el formato por causas de fuerza mayor y podría obligar a jugar la vuelta de octavos de final en esa sede única para evitar riesgo de rebrotes y contagios por los viajes de los equipos por el continente.
El borrador de la UEFA contempla que los cuatro encuentros que faltan por disputarse de los octavos se jueguen el fin de semana del 8 de agostoo. Pasadas 48 horas, los ocho equipos clasificados para cuartos de final comenzarán en la misma ciudad la serie eliminatoria.
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