AS (Las Palmas)

Trigueros ajusticia al Celta

El mediocentr­o salió en la segunda parte y marcó el gol del triunfo en el descuento ● Blanco evitó una goleada

- REMATES C. GARRIDO /

Casi obra el milagro de llevar al Celta a puntuar. Hizo paradas inverosími­lies.

Ya estaba desganado en el calentamie­nto y su participac­ión fue funesta.

Aportó la verticalid­ad necesaria para hacer daño al Celta en el tramo final.

Primero fue amonestado verbalment­e y acabó viendo la amarilla.

EI Villarreal tuvo que esperar al descuento para conseguir una victoria que, por méritos, debió tener atada mucho antes. Sirva como ejemplo el monólogo de la primera parte, en la que Anguissa, Cazorla e Iborra marearon una y otra vez a un perdido Pape, un desconcert­ado Bradaric y un irreconoci­ble Rafinha. El Celta se dedicó a achicar agua y encomendar­se a San Rubén Blanco, imperial de principio a fin. El mosense maravilló con su repertorio de paradas imposibles, lo que mantuvo a los célticos en pie casi hasta el pitido final.

Hizo falta una carambola para que el Villarreal batiese a Rubén Blanco. Todo comenzó en una pérdida de Sisto (su cabeza continúa en Dinamarca) que aprovechó Chukwueze para filtrar un pase milimétric­o a Bacca. Blanco le arrebató el balón de los pies al colombiano, Araujo evitó el tanto de Chukwueze en el primer rebote, pero a la tercera fue la vencida. Trigueros cogió el segundo rebote ofensivo en el área celeste y marcó a placer, con toda la zaga olívica tumbada, rendida a la evidencia de un rival superior.

La alineación de Óscar en el regreso a la competició­n sorprendió a propios y extraños.

Sorpresas. Nadie esperaba en el once a Pape Cheikh ni a Juan Hernández y lo cierto es que ambos suspendier­on el examen, hasta el punto de que fueron sustituido­s al descanso. La entrada de Okay niveló considerab­lemente la balanza en el centro del campo y apenas sucedieron cosas en el segundo acto. Un disparo de Chukwueze atajado por Rubén Blanco y poco más.

Hasta que el Villarreal aceleró en el tramo final. Bacca tuvo el tanto en sus botas a tres minutos del final. Se fabricó una estupenda jugada y únicamente le faltó puntería. Posteriorm­ente, el colombiano también inició la carambola del gol. El triunfo mantiene a los amarillos con vida en la pelea por Europa y deja al Celta muy tocado, sobre todo por la imagen ofrecida. La lucha por la salvación se comprime.

Octavo El Villarreal se sitúa a cuatro puntos de los puestos europeos

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Manu Trigueros celebra el único tanto del partido mientras Jeison Murillo se lamenta tendido en el suelo.
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Óscar García, durante una pausa.

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