“La realidad supera a la ficción en el ‘FIFA Gate”
El vínculo de la familia Bo con el cine se extiende varias generaciones. Armando Bo Jr., galardonado con el Óscar a Mejor Guión Original por Birdman (2015), charla con AS sobre El Presidente, la serie que dirige y que está inspirada en el FIFA Gate que acabó con la inhabilitación de Blatter, Platini y otros dirigentes. Un trabajo al que le confiere la categoría de “serie de autor” y que llega con polémica. La familia de Julio Grondona, ex presidente de la AFA, anunció tras el estreno una demanda contra la plataforma.
—¿Es futbolero?
—Lo soy. Hincha de Independiente de Avellaneda, Bochini representa toda mi niñez y fanático de Messi y del Barcelona, que es lo que me da alegrías de vez en cuando. (Risas).
El Presidente,
—¿Por qué
inspirado en el escándalo de la FIFA?
—Intenté evitar el mundo del fútbol, pero no el de los negocios del fútbol. Quería mostrar esta nueva mafia que no habíamos visto. En un punto es una especie de circo, parodia o sátira. El FIFA Gate tiene una gran importancia. Fue una explosión tan grande y tan internacional... El manejo político y de corrupción que había muchos ya lo sabían. Lograron mantenerse treinta años en el poder. Y contarlo desde el punto de vista de Jadue (Andrés Parra), este pequeño hombre que sale del lugar más chiquitito en Chile y termina de explotar un negocio mundial. Muchas veces la realidad supera a la ficción y este es el caso.
—¿Se planteó contarlo como documental y no como serie?
—Buscábamos mostrar lo absurdo, la inmunidad diplomática de la CONMEBOL... Sin duda podría hacerse una versión en formato periodístico, pero esto es otra cosa. Era una gran oportunidad para jugar con la libertad de tono y hacer una tragicomedia. Todo es un delirio. Si te lo cuenta Grondona desde el cielo todo puede pasar.
—¿Recibió algún recado del entorno de Blatter o ex mandatarios? ¿Trabajó con libertad?
—Cada uno sabe lo que hizo. No tuvimos libertad en el sentido de que para hacer uso de lo nombres había un lado legal, pero casi todo lo que está en general pasó. Lo que pasa es que está llevado al extremo desde el tono de la ficción. La serie juega con esto y no con la denuncia.
—El papel de Julio Grondona en la serie es clave.
—Era un gran desafío como director. Apareció el actor Luis Margani. La primera vez que lo vi era como ver un documental. Hablaba y se movía parecido, tenía ese tono bruto del sur de Italia, era argentino a la vez... Se alineaba con lo que yo veía de Grondona.
—Con un poder equiparable casi al de un presidente de nación en algunos casos...
—Eran patrones de estancia. Es parte de ese mundo kitsch de Luque, Paraguay. Imagine la libertad que tenían para que ese pueblo tuviera inmunidad diplomática.
—Lo más difícil fue...
—Aprender a sacrificar y que no se note donde uno sacrificó mucho. Fue difícil mantener la calidad por todos lados. Era mi primera experiencia en el mundo del streaming. Los ocho episodios, las ocho horas, son como cuatro películas juntas. Fue un desafío enorme en tiempo meteórico para una especie de serie de autor. Nos llevó como año y medio. Agradecido por la libertad creativa. Era un riesgo contar una parodia.
—El contenido deportivo en vive un
streaming boom. —Este tipo de mafia me gusta, pero no me veo haciendo algo deportivo. Me parece más interesante cómo funciona el ser humano. Es imposible llegar a lograr un Messi, Maradona, Bochini... ¿Quién actuaría? El documental de Jordan es lo que es porque es Jordan.
Si Julio Grondona te lo cuenta desde el cielo, todo puede pasar”
—¿Qué tiene el deporte para enganchar y llegar tan lejos?
—Es un entretenimiento que nos ayuda a sentirnos parte de, nos da algo por lo que creer. Yo me lo pregunto. ¿Por qué cuándo Messi pierde un partido me siento tan triste? Ni lo conozco ni me conoce, pero así es.
—Si pudiera ficharía a Messi para Independiente...
—Estoy ahorrando. Con lo que gane con esta serie intentaré comprar el traspaso. (Risas).