Borja Sánchez le da vida al Oviedo en El Molinón
Los azules fueron superiores a un Sporting muy flojo
EI Oviedo se llevó el derbi del coronavirus, sencillamente, porque fue mejor que el Sporting. El equipo azul era el que más se jugaba en el envite y fue el que mereció el triunfo. Supo contener a un rival impreciso y más relajado sobre el campo. La intensidad, la ambición y el poco juego que hubo lo pusieron los azules en un estadio sin la presión ambiental que habría tenido en una jornada normal.
Un gol anulado a Babin en los últimos minutos puso el suspense porque el VAR hubo de revisar la acción que había anulado de manera inmediata el asistente. Poco más hizo ante la portería de Lunin un equipo rojiblanco muy, apagado y con pocas luces en sus hombres más importantes.
El Oviedo fue un equipo valiente en El Molinón y tuvo a dos protagonistas. Por un lado, su entrenador, Cuco Ziganda, que le ganó la partida a Djukic. El técnico oviedista se la jugó dejando en el banquillo para la media hora final quizá a sus jugadores más determinantes en ataque.
Uno de ellos, Borja Sánchez, hizo el gol del triunfo cuando apenas llevaba diez minutos sobre el campo. El ovetense lo hizo todo; le robó el balón a un Cristian confiado, superó a un Nacho Méndez excesivamente lento, llegó al área, tiró la pared con Ortuño (el máximo goleador azul, que entró en el mismo minito) y acertó a meter la puntera para batir al portero menos goleado de la categoría.
Ese gol vale su peso en oro en todos los sentidos. Djukic, que perdió en esta cita parte de la confianza que se había ganado en las últimas citas, dijo que el que ganase saldría muy reforzado. Al Oviedo, de momento, lo saca de la zona de descenso.
VAR
El árbitro anuló un gol de cabeza de Babin en los minutos finales