AS (Las Palmas)

El equipo de Zidane jugará con sólo 62 horas de descanso

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Cholo Simeone, uno de sus referentes. Otro es Luis Enrique.

Sin fichajes (sólo se incorporó Vesga, prestado al Leganés el año anterior) ha mantenido el nivel competitiv­o del equipo y ha suplido la marcha de Aduriz (sólo había jugado 241 minutos en toda la temporada, nunca más de 32 en un partido, y había marcado un gol) con una solución imaginativ­a: Raúl García. El navarro es una rareza. Resulta común que con el tiempo y la pérdida de fibra el goleador acabe alejándose de la portería. Raúl García ha emprendido el camino inverso. Mediocentr­o en Osasuna, mediapunta en el Atlético y delantero centro en este Athletic con casi 34 años. Ya ha marcado 13 goles. Hasta ahora, no había pasado de once en ninguna Liga.

Raúl García es visto por el Madrid como un enemigo natural. Sólo le ha ganado seis veces en 28 partidos pero sus dos únicos goles mataron al Madrid en una Copa y una Supercopa. Su fiereza ante los blancos es demostrabl­e: quince tarjetas amarillas. No se acerca ni de lejos a ese registro contra cualquier otro rival. Volverá a dirigir el ataque de un Athletic de gala, el mismo probableme­nte que arrolló al Valencia y muy diferente al que perdió por la mínima en el Camp Nou, donde Garitano convirtió en mayoría a los suplentes.

El Madrid, en cambio, pierde a Varane en el peor momento. Uno de los cinco intocables se cae por una cervicalgi­a y su sustituto, Militao, no ofreció ante el Getafe una imagen tranquiliz­adora. Ha pinchado como lateral, no ha deslumbrad­o como central y ha refrescado a los titulares menos de lo esperado. Tampoco vuelve Hazard, que ni antes ni después de su lesión fue el Balón de Plata del Mundial de Rusia ni el hombre del partido de la última final de la Europa League. De la lista se cayó James, investido farolillo rojo de lujo de la plantilla.

El partido viene condiciona­do por la fatiga del Madrid, obligado a jugar 62 horas después de haberlo hecho contra el Getafe y en un horario donde el calor será un azote, frente a un adversario que ha tenido 26 horas y media de descanso más. Así que es probable que Zidane eche mano de jugadores con un mayor vigor físico como Valverde, Rodrygo o incluso Asensio. La entrada del trío reactivó al Madrid el jueves.

El Athletic ya ha demostrado que es difícil de matar. En la Copa eliminó en los penaltis a Elche y Tenerife, echó al Barça con un gol en el minuto 90 y se metió en la final con otro agónico de Berchiche en Granada. En Liga, sólo dos veces ha perdido por más de un gol. Y con el Madrid sólo ha caído en uno de los últimos cinco enfrentami­entos, aunque también lleva más de cinco años sin derrotarle. Son los dos mejores equipos de las últimas ocho jornadas y Zidane sabe que si sale triunfante de aquí vestirá de amarillo en los Campos Elíseos de esta Liga.

Polémica

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