■ Tocados en el Glorioso

En el Alavés debuta en el banquillo López Muñiz: “Me llamaron y no me lo pensé”. Pero era para pensárselo: cinco derrotas consecutivas con sólo un gol a favor del equipo que menos tira, menos posesión tiene, menos córners saca, más cerca de su marco recupera, menos balones mete en el área y menos regatea. Y segundo por la cola en pases. Una colección de datos adversos que habían maquillado bien sus dos delanteros, Lucas y Joselu, 11 y 10 goles, respectivamente. El coruñés es el cuarto anotador nacional y en esta Liga llegó a marcar en siete jornadas consecutivas. En la pospandemia anda en blanco. Joselu, en ese periodo, sólo le hizo un gol, de penalti, al Atlético.

Por ahí hay que buscar el derrumbe de un equipo que el año pasado anduvo 28 jornadas en zona europea y que la perdió por un final como este: una sola victoria en las últimas diez jornadas. En este curso no ha estado ni un solo día en posición de descenso, pero ahora el Mallorca le tiene en su distancia de tiro (tres puntos) y su calendario aterra: Madrid, Getafe, Betis y Barça. La racha pasada y el horizonte llevaron al propietario del club, Josean Querejeta, a destituir a Garitano. “Si no dan un paso al frente nos iremos a Segunda”, dijo antes del duelo ante el Valladolid. Tras la derrota, la cuerda se rompió por donde siempre.

También tiene bajas notables: el meta Pacheco, canterano del Madrid, Duarte, Ismael y Tachi. Y el mal dato de que sólo una vez en doce visitas ganó al Madrid a domicilio. Fue en 2000, con Mané, en tiempos gloriosos de El Glorioso.

En la portería jugará Roberto por la lesión de Pacheco. Y Duarte arrastra una fractura en el pie, que obligará a Muñiz a colocar en la banda izquierda a Marín, que apenas ha jugado durante la temporada. Ismael y Tachi están tocados.